El veintisiete de junio se dio el primer acercamiento entre los poderes del Estado y el Movimiento Indígena, y en la Basílica del Voto Nacional se dio el encuentro. Por parte del Ejecutivo se presentó Francisco Jiménez, ministro de Gobierno, esto porque Guillermo Lasso lo delegó, desatando algunas críticas al respecto. ¿Se llegó a una solución o a un acuerdo entre las partes? Lo legítimo de la protesta social.
¿Cómo evaluar a estas jornadas de protestas?
El Movimiento Indígena es muy respetable, sobre todo en el tema de cosmovisión y organización, el mismo sentido de pertenencia y de vivir en comunidad, donde por ejemplo existen ciertas cuestiones como la justicia indígena, y una de sus penas más fuertes que se prevén en estos casos de justicia indígena es la expulsión de la comunidad, lo que nos da a entender que la organización indígena es demasiado fuerte.
La comunión indígena, la comunión de estos grupos excluidos es muy, muy, fuerte y, pues, como lo manifesté, considero que el tema de las protestas es una dinamita que simple y llanamente a la que le falta una mecha para prenderle o un tema de gravedad, que es un empujón leve.
El indígena no es el descontento el día de hoy, ha sido -este- un descontento que se lo mantiene desde hace muchos años, desde el primer Levantamiento Indígena que creo que fue en el año de 1990 y, pues, más allá de que, al día de hoy, con el alto costo de la vida, el precio de la canasta básica, que es inalcanzable para el común del pueblo ecuatoriano, el indígena viene luchando durante varios años, y esto es por un tema de exclusión; es la lucha contra cada gobierno de turno; es un descontento con el mestizo, con el blanco, con las élites, con las personas que lo tratan mal y lo ningunean…
¿El reclamo social es auténtico, legítimo?
Yo creo que, en cada revuelta social, en cada manifestación, como se la quiera llamar, en cada movilización indígena, siempre va a existir inconformidad; entonces, obviamente, el derecho a la resistencia goza de legitimidad constitucional; entonces, se ha manifestado un pliego de peticiones, como establece la Constitución, como se debe realizar y, pues, son puntos controvertidos desde el Gobierno y grupos indígenas. Hay que recalcar que no son solo los indígenas quienes están protestando, son los médicos que fueron separados de los hospitales, es por el alto costo de la vida, son las mujeres. En estas manifestaciones vimos a los transportistas pesados. No podemos manifestar que, simple y llanamente, son grupos que se aprovechan del indígena. Tampoco que son, de pronto, mandos políticos contrarios, la oposición, el correísmo, Unes o es Alianza PAIS. No. Yo creo que esto es un estallido que viene siendo una inconformidad de ya cinco años. Desde mi lectura —siendo responsable de las palabras que manifiesto—, yo creo que hay que ir rompiendo falacias.
¿Como cuáles?
Como los argumentos que se han hecho comunes en el “Gobierno del Encuentro”, y en sus seguidores y, prácticamente, se ha vuelto como la muletilla o el disco rayado de todos: ellos manifiestan que no se puede hacer, que es muy pronto, es decir, su ineptitud, su negligencia e inoperancia de no saber cómo solucionar las cosas se la endosa y culpa a, supuestamente, 14 años de correísmo; entonces, prácticamente, seguir llorando sobre ello es una excusa demasiado vaga. Hablamos del Gobierno de Correa de diez años, si se hizo bien o se hicieron mal las cosas, por lo menos, yo podría decir que no se dieron revueltas de este tipo.
Entonces, ¿las protestas que se dieron en este paro fueron espontáneas?
Para mí la protesta es legal, para mí es legítima, hay grupos de políticos que tratan de involucrarse en esta protesta para sacar réditos, pero la protesta es comandada por el sector indígena, ellos son quienes la convocaron, son los titulares de esta protesta. Hay otras personas que se han ido sumando, pero, lamentablemente, siempre existirán actores políticos que, de alguna u otra manera, tratan de sacar partida de esto.
Vemos, por ejemplo, a Andrés Páez, seguidor del Gobierno, que empieza a hacer campaña con esto de las marchas por la paz, pero, eso no le puede quitar legitimidad a la protesta y a las peticiones que hace el sector indígena. No solo es el tema de los combustibles o la subida del aceite es, en sí, un descontento social. El expresidente de la Corte Constitucional manifestó que el presidente está rodeado de asesores que creen saberlo todo, pero no saben nada.
¿Cómo funciona el artículo 130 de la Constitución?
Cuando se pide la destitución del presidente, de ser aceptado por los votos que requieren, de acuerdo a la Ley Orgánica de la Función Legislativa, y de la Constitución, se procede con la anticipación de elecciones.