Limpiaparabrisas extranjeros generan violencia e inseguridad en el Bypass, al punto que sus vecinos ya no saben qué hacer, pese a que hay una UPC.
Limpiaparabrisas extranjeros generan violencia e inseguridad a lo largo y ancho de Riobamba, y el sector del Bypass no es la excepción.
Ante este particular, Diario La Prensa recorrió -en toda su extensión- la Av. Antonio Lizarzaburu, esperando encontrar alguna novedad.
Así, encontramos al vecino Ángel López, quien contó que hace unos 2 o 3 meses, cuando tenía carro, siempre que se paraba en los semáforos de la Lizarzaburu “tenía problemas”.
¿Por qué? Había gente que supuestamente quería limpiar el parabrisas y que les ayuden, porque no eran de aquí, y cuando se les quería dar 5 o 10 centavitos ellos no querían coger.
¿No aceptaban? “Decían: ‘¿para qué les sirve 10 centavos?’, y mejor me iban insultando”.
Agregó que el aporte era de corazón para que se ayuden en algo, “pero ellos querían más, y a veces uno viendo eso mejor ya no les daba, pero me iban insultando y golpeando el carro”.
“Una vez señor sí le fue dando una patada en la puertita de mi carro, y como cualquiera uno se enoja y procede mal, pero ellos andan en grupo, y toca mejor evitar”, señaló.
Anotó que pasadas las 18:00 h “es cuando más salen al norte, y ahí es cuando más afectan a los riobambeños en la Lizarzaburu y 11 de Noviembre, ahí se ponen y tapan todos los pasos”.
Ahora no tiene vehículo, pero asegura que sigue pasando, y señaló que lo que más le molesta es que “a las autoridades o vigilantes no les he visto que estén por ahí”.
“Una vez creo había unos policías un rato controlando, pero después se fueron y los extranjeros volvieron muy rápido a seguir en las suyas”, y eso molesta, señaló.
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Situación con extranjeros se replica en otros sectores
Por su parte, un taxista mencionó: “La verdad que muchas veces tenemos inconvenientes, porque cuando uno menos se espera vienen de una y le lanzan el agua”, dijo, refiriéndose a los limpiaparabrisas extranjeros.
Señaló que siempre les ha dicho: “verás, si deseas que te colabore pídeme de favor ¿señor, le puedo limpiar el parabrisas?, y si uno dice sí, encantado de la vida, pero si no, es no”.
Pero eso le ha pasado en contadas ocasiones, pues, la mayoría, “arbitrariamente. viene y le bota el agua, y si Usted no les deja que le limpien se portan bastante maleducados”.
¿En varios sectores? Es en toda la ciudad en donde ellos se ponen, porque están en un lado y otro y todo lado.
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Mala experiencia con limpiaparabrisas extranjeros
El profesional ‘amarillo’ contó: “un día bajé haciendo lavar bien el carro, y entre las avenidas de La Prensa y Lizarzaburu me tocó pararme por el semáforo, vinieron y zaz el agua al parabrisas.
Le digo: ¿oye, no ves que está limpio? ‘Ah, tienes que colaborar’, me dijo agresivo, entonces le regresé a ver, pero al otro lado habían estado 2 amigos, paisanos, no sé qué decir…
Ambos se levantaron de la vereda, eran unos altos, y yo ya viendo a 3 personas créase que me bajé la guardia, y mejor me quedé callado, tranquilo hasta que pase el color del semáforo y corrí”.
¿Nadie controla? Las autoridades de Chimborazo o el alcalde no mandan a controlar estas arbitrariedades que hay con los extranjeros, tal vez no por todos, pero sí por su gran mayoría.
“Discúlpeme, a veces salen los municipales a controlar, pero a veces controlan un día, a lo mucho 2 días, y después volvemos a lo mismo, y peor que antes. Se les ríen”.
¿Qué pasa si no ‘colabora’? Pues, le van golpeando o rayando el carro, a más de pegarle una buena insultada.
¿Qué hacer? Uno como transportista y ciudadano pide que estas cosas sean más controladas, pero no un día o 2, si es posible unos 5 o todos, y más en las zonas conflictivas, pues da mucho temor.
Otra de las cosas que duele y molesta es que les mandan a las criaturas a pedir caridad, y ellos bien sentados en la vereda, comiendo, entonces esas cosas sí se deben controlar más, anotó.
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Avanzamos nuestro paso y ‘topamos’ a un profesional de la salud sirviéndose un rico mote con chicharrón, ‘le hicimos la conversa’ sobre el tema, y esto nos dijo:
“Vea amigo, en la tarde salen a pararse en las esquinas de los semáforos supuestamente a limpiar parabrisas, pero si no se paga o se les dice que no saben empezar a insultar y a pegar”.
Agregó que la gente de la intersección de las avenidas Lizarzaburu y 11 de Noviembre permanece asustada, incluso evitar los semáforos, y no les culpo si no se paran.
¿Hay controles? “No se le ha visto a la Policía Nacional por aquí que esté dando la vuelta o cuidando, y la mala imagen es todos los días, lastimosamente”.
¿Algo a las autoridades? Que por favor nos ayuden con patrullaje continuo, que traten de buscar una solución para que los extranjeros estén en algún otro lado.
Seguidamente pidió que se verifique que tengan papeles en regla, “porque algunos deben estar sin la documentación correspondiente”.
¿Son delincuentes? “Creo que no todos, pero sí hay bastante de eso. El otra vez vi un tipo medio en actitudes extrañas que estaba buscando a quien ‘cestearle y bajarle’”.
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La gente quiere vivir en paz en el Bypass
“No es novedad que ha habido ya problemas desde que llegaron los extranjeros al Bypass, pues se han tomado los 4 sectores de los semáforos”, señaló Daniel Paspuel, comerciante.
Agregó que ha visto y escuchado muchos casos de extranjeros que se pelean por parabrisas, y si no se les da o colabora se ponen más bravos, golpean los carros, van sacando las plumas…
“Este fin de semana hubo un problema entre marido y mujer venezolanos, acudimos a los policías, llamamos, pero nadie se acercó, incluso delante de las cámaras, además ahí está la UPC, entonces no hay control aquí”.
¿Qué pediría? Por el bien de la ciudadanía pido que estén más pendientes los policías o los policías municipales, que estén controlando lo que es el sector Bypass.
¿Reina la inseguridad? Sí, porque son bastantes extranjeros, están entre unos 10 o 12, incluidos los que son mañosos, entonces estamos inseguros.
¿Quiénes? Moradores, comerciantes, vendedores y hasta los vecinos que solo pasan por aquí.
¿Pida un deseo? “Queremos trabajar en paz, vivir y caminar tranquilamente”.
¿Qué se los impide? Los vendedores o limpiaparabrisas extranjeros piden plata o comida, pero no todos podemos ayudarles, y eso les molesta y vienen las agresiones y corremos peligro.
“Por culpa de ellos uno no se trabaja en paz, los ciudadanos piensan que nosotros somos lo mismo que ellos, entonces, no se acercan a los locales”, se lamentó.
Y agregó que los extranjeros “están sentados en las vereditas o entraditas de las tiendas, y los ciudadanos lo mejor que hacen es alejarse y no comprar por temor, y eso nos afecta”.
Limpiaparabrisas extranjeros generan violencia e inseguridad, esa es la realidad.
Lo cierto es que la realidad es muy difícil, y mientras no haya decisión en las autoridades, el problema corre el riesgo de agravarse… ¿qué pasará?
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