Para profundizar en las perspectivas sobre la eliminación del examen para el ingreso a la Educación Superior se conversó con el rector de la Universidad Nacional de Chimborazo, Nicolay Samaniego, quien asegura que -desde que les han recortado el presupuesto- han tenido una lógica de trabajo en la que “se hace más con menos”. Por otra parte, dio a conocer que se está trabajando para evaluar la condición actual de la universidad y el nuevo proceso de admisión. La Unach ante el proceso de adminisón.
¿Cómo tomó esta noticia la universidad a su cargo?
Bueno, como una sorpresa no, pues ya se venía escuchando a nivel nacional, no solo a nivel de las comunidades universitarias, que se estaba trabajando a partir de la promesa de campaña del presidente de la República, en su momento candidato, para eliminar la Senescyt. Recordarán que esto surgió por el motivo del acceso a la Educación Superior. Lo que se ha hecho en este instante, a manera práctica, sí nos cogió de sorpresa por la hora y la fecha, y también las condiciones en las que se ha hecho. Es clarísimo que en las universidades nosotros hemos crecido -a las públicas se refirió, sobre todo en el caso particular de la Unach-, es decir ha crecido en número de estudiantes, y también en temas de capacidad instalada. Pero los presupuestos han disminuido. Relativamente sería como que con menos hemos hecho más.
¿De cuánto dinero estamos hablando?
En el gasto corriente eso surte efecto con mayor preponderancia desde 2020, y hablamos de dos millones 600 mil dólares, que sería entre el 8 y 10% de nuestro presupuesto, y esto afectó al gasto corriente. Y este rubro se traduce en -generalmente- contratación de personal. Entendemos que somos una universidad, y ese personal, fundamentalmente docente, viene desde esos rubros.
¿Qué ocurre, ahora, con la eliminación del examen?
Lo que pasa con el tema del examen, lo que se ha hecho, y es clarísimo, no es que se da libre albedrío para que se generen más cupos, esto porque si estamos hablando de temas presupuestarios eso se hace con recursos. Si le estoy comentando que en este instante las cosas están así, obviamente, hasta el foco sería, pues, reducir cupos o mantenerse con el mismo número, claro, haciendo esfuerzos ingentes desde lo presupuestario.
Entonces, ¿qué se tendría que sacrificar para mantener dichos cupos?
Por el tema de la pandemia, mire, virtualmente hay aulas de 50 o 60 estudiantes, eso no estaría ni pensando en los parámetros técnicos emitidos por los mismos organismos de control. Pero, no es ponernos contra la pared, absolutamente con nadie, las universidades, la Unach no le pone contra la pared a la Senescyt, ni al CACES, que es el organismo que regula los temas de acreditación y evaluación, al Consejo de Educación o al mismo Gobierno Nacional, sino, más bien, la postura es cómo confluimos con todas estas situaciones. Hay que ver alternativas de inversión y de financiamiento a las instituciones de Educación Superior pública. No hay otro mecanismo. Siempre se está diciendo, y es un hecho, que ¿si no hay educación qué esperamos del país? Por otro lado, en la autonomía responsable, en temas de calidad, la universidad ha crecido, y eso se siente, se vive. Ese intangible que es el conocimiento, que es la formación, tal vez, se debe traducir en nuestro caso, como universidad pública, en el acceso, en generar oportunidades a los que menos tienen.
Se mencionó, en entrevistas pasadas, que tuvieron la visita de Andrea Montalvo, ¿qué anotó cuando estuvo aquí?
Se conversaba de estos términos en general. Cuando ella vino estuvo en calidad de subsecretaria, no ha hecho una visita oficial todavía como ya la secretaria de la Senescyt. Estamos caminando en eso, hay una excelente relación, como no puede ser de otra manera; sin embargo, esa expectativa que genera fundamentalmente en las reglas claras que debemos implementar, porque está claro en el decreto que hace efectivo este asunto, que cada universidad nos encarguemos de la admisión. Repito, que no se malentienda que va a haber más cupos, sino, más bien, de lo que hacía la Senescyt, cada universidad va a tener su particularidad, el tener su propio sistema de admisión en las condiciones que le corresponda. Pero, en nuestro caso, es obvio que tiene que ser de carácter netamente meritocrático el ingreso.
Finalmente, ¿se están realizando “diagnósticos” para el nuevo proceso de admisión?
Esto es parte de la realidad universitaria. Se hacen pruebas para percibir cuáles pueden ser los resultados, cuando ya oficialmente se hagan estas valoraciones y evaluaciones lo diremos.