Rocío ‘Chío’ lleva más de 20 años vendiendo cevichochos en Riobamba, creando una tradición que encanta a generaciones de estudiantes.
Rocio, conocida cariñosamente como «Chío», es una comerciante de 53 años que ha dedicado más de dos décadas a vender cevichochos en la Unidad Educativa Salesiana Santo Tomás Apóstol de Riobamba.
Su historia comenzó hace 20 o 22 años, cuando sus hijos estudiaban en la institución, durante las misiones de octubre, ella colaboraba vendiendo sus ceviches, que rápidamente se hicieron populares entre los estudiantes.
La iniciativa de vender cevichochos surgió mientras Chío recorría mecánicas ofreciendo su producto. Sin embargo, un día, unos estudiantes del colegio la invitaron a instalarse en la puerta del plantel, pese a que en ese entonces no tenía permiso para vender.
Los inicios de Chío vendiendo cevichochos en Riobamba
Desde ese momento, los cevichochos de Chío se convirtieron en un éxito, permitiéndole no solo mantener a sus hijos dentro de la unidad, sino también crear una tradición.
Los cevichochos de Chío son una mezcla deliciosa de chochos, cuerito, orejitas, cebolla, tomate, canguil y tostado, ingredientes que han cautivado a varias generaciones de estudiantes.
En un principio, vendía sus platos por 25 centavos, pero con el tiempo los precios han subido. Hoy en día, el cevichocho cuesta entre 1$ y 2$ dólares, dependiendo del tamaño.
Una de las anécdotas más recordadas por Chío es su participación en las misiones del colegio, donde tenía que vender cientos de ceviches en cuestión de minutos.
Aunque el costo de algunos ingredientes ha aumentado por esto de la sequía, Chío ha decidido mantener sus precios para no afectar a sus clientes, en su mayoría estudiantes.
Hoy en día, Chío continúa vendiendo en el mismo lugar, cerca de la puerta del colegio Salesiano, donde se ha ganado el cariño y respeto de varias generaciones.