Acudir al sector La Estación es llegar a un lugar que tiene dos maneras de poder percibir la urbe, y lo que realmente pasa en esta zona. Por un lado, es un sector cultural, pero con dar unos simples pasos más existe otra circunstancia: varias mujeres -solas o en grupos- ocupan las esquinas para ‘atrapar’ a un posible cliente; ellas realizan “el oficio más antiguo del mundo”: la prostitución. La plaza Alfaro, un punto de conflicto.
Llegar a la plaza Alfaro es un contraste muy particular: por una parte, la prostitución y una zona de inseguridad, principalmente cuando llega la noche. En la misma línea, nos encontramos con un escenario que proyectan la identidad y cultura de la ‘Ciudad Bonita’, un lugar en el que, con frecuencia, se realizan ferias de emprendimientos, eventos culturales, entre otros.
Aquí, existes dos puntos de encuentro, solo hay que observar un poco más y saber actuar y prevenir de posibles secesos que pueden dejar ‘un mal sabor de boca’. De este modo, miembros de la Policía y otros organismos de competencia han contribuido para poder mitigar esta situación problemática social que, a más de generar una mala imagen, está muy por encima: el salvaguardar al ciudadano.
En el sitio los uniformados, con frecuencia, realizan operativos y están alertas de alguna novedad que, por lo general, es casi a diario, se conoció.
Actualmente el panorama es el mismo, aunque se haya doblegado la seguridad, es un problema que con el accionar de autoridades, funcionarios para poder cubrir este lío no da mucho resultado. Así, el sargento segundo Quinatoa, de la Policía Nacional, que trabaja en el eje preventivo en el Circuito ‘La Condamine’, dijo que el mayor problema en este sector es la prostitución, en el sentido de que se dedican a la venta de sustancias sujetas a fiscalización, también actúan en complot con otros sujetos que cogen y les interceptan a los clientes de las meretrices y les roban sus pertenencias.
Entre las sustancias que se expenden se encuentran la marihuana y la base de coca, las que guardan en maceteros para, posterior, venderlos cuando no están expuestas al personal policial, anotó.