Lenín Garcés
Editorialista
Tema: La mesa
G. Bruño, en su Instrucción Moral y Cívica, delineó una serie de normas, a inicios del siglo XX, que debían ser observadas de manera estricta en la mesa al momento de servirse los alimentos.
Sigamos revisando esta propuesta, que respondía al espíritu de la época:
«El pan se parte a medida que uno se lo come, no se lo corta; la carne se corta tomando el cuchillo con la mano derecha y el tenedor con la izquierda, se lo corta pedazo por pedazo y no todo de una vez; asir los huesos para desprender la carne o para llevarlos a la boca es contrario a la buena educación.
Los huevos pasados por agua se comen rompiendo el cascarón con un golpecito del cuchillo por la parte más ancha; el agujero debe ser suficiente para que se pueda mezclar la clara y la yema con la cucharita. Fritos en tortilla, se los come con el tenedor.
El pescado y las legumbres se comen con el tenedor solo, sin socorro del cuchillo.
En general, para todos los usos prolijos y menudos, conviene tener en cuenta lo que los demás comensales hagan.»*