A pesar de su lesión cerebral, Axel Villegas lucha por ser profesor, demostrando que la discapacidad no define sus sueños ni su futuro
Axel Villegas tiene 18 años y un sueño claro: quiere ser profesor de Educación Básica.
Su meta es estar frente a un aula, con un pizarrón y un grupo de niños que lo miren con la misma esperanza con la que él, alguna vez, miró a aquellos que lo ayudaron a encontrar su voz.
Pero su historia no es como la de cualquier joven universitario, Axel ha enfrentado desde su nacimiento una lesión cerebral, una condición que afecta su desarrollo motor y cognitivo.
Esta lesión ocurre cuando una parte del cerebro sufre daños durante el nacimiento o en los primeros años de vida, lo que puede generar dificultades en el movimiento, el aprendizaje y la comunicación.
En su caso, lo más complicado fue la falta de fluidez al expresarse y el letargo que ralentiza sus movimientos.
Un camino lleno de desafíos
Desde pequeño, Axel tuvo que aprender a enfrentarse a un mundo que no siempre tiene paciencia para aquellos que son diferentes.
A los 4 años, su madre decidió llevarlo al CLASCAP, un centro psicopedagógico en Riobamba.
Allí, con el apoyo de especialistas, Axel comenzó a entender que su voz tenía valor y que sus pensamientos también merecían ser escuchados.
Patricia Concha Cantos, psicopedagoga y terapeuta del centro, recuerda con claridad el primer día de Axel. Era un niño con una mirada profunda, de pocos gestos y movimientos lentos.
Con las terapias y el acompañamiento adecuado, fue adquiriendo más confianza en sí mismo, aprendiendo a escribir y a encontrar su lugar en el mundo.
Axel continuó su educación en la Unidad Educativa Pensionado Olivo, donde, como cualquier niño, soñaba con hacer amigos y sentirse parte de un grupo.
Sin embargo, la escuela no fue siempre fácil, hubo compañeros que no comprendían su condición y que lo miraban con extrañeza.
Algunos incluso se burlaron de él. Sin embargo, Axel no se rindió, y con el tiempo, encontró quienes lo aceptaron tal como era. “Algunos sí, pero otros no”, comentó Axel.
Actualmente, postuló a la Universidad Nacional de Chimborazo (UNACH) y, con esfuerzo, fue aceptado en la carrera de Educación Básica. Hoy ya ha completado nivelación y está en su primer semestre de la carrera de educación básica.
¿Por qué educación? Porque Axel sabe lo que es sentirse diferente. Sabe lo que es no encajar completamente en el aula.
Y ahora quiere ser ese profesor que extienda la mano a esos niños que, como él, necesitan comprensión y apoyo para alcanzar su máximo potencial.
Axel no puede cambiar su condición.
Su cerebro sigue funcionando a su propio ritmo, y sus palabras tardan en salir. Pero lo que sí puede hacer, y lo está haciendo, es desafiar cada expectativa y romper cada barrera.
No hay tristeza ni lamentos en sus palabras, solo la satisfacción de haber superado obstáculos y seguir avanzando.
Axel no es un héroe de película, pero su historia es tan inspiradora como la de cualquier personaje de ficción.
Él es real, y su vida es un testimonio de esperanza y perseverancia.
La historia de Axel nos recuerda a la trama de la película de Netflix «Los dos hemisferios de Lucas».
En ella, un joven enfrenta retos similares, luchando por superar las limitaciones físicas y cognitivas impuestas por una lesión cerebral.
Como Axel, Lucas también demuestra que, aunque el cuerpo y la mente puedan tener desafíos, el corazón y la voluntad pueden superar cualquier barrera.