El compromiso es el grado en el que una persona está dispuesta a acoplarse a otra, y en una pareja implica asumir un proyecto en común, al que le denominan relación. Para generar estabilidad es necesario que los individuos estén uno junto al otro trabajando en equipo, sin olvidar la importancia del respeto, a pesar de las diferencias; cuando existe un compromiso real se puede llegar a acuerdos comunes en beneficio de ambos. Los acuerdos no solamente se refieren a estar en pareja y serle fiel, es cumplir con lo pactado y velar por el bienestar de ambos. La gente le tiene miedo al COMPROMISO
Pero, ¿de dónde surge el compromiso?
Científicamente, la oxitocina es la hormona que permite que surja el apego. Existen dos tipos: la que genera apego y permite identificar quién es la familia y quién es la pareja o los seres queridos, pero también te deja saber quién no lo es. Curiosamente, cuando la gente se relaciona en primera instancia, la pareja empieza a compartir mucho tiempo juntos, por lo que empiezan a generar un vinculo que los compromete. Con el paso del tiempo va más allá de lo hormonal; además, la parte que tenemos los seres humanos, como es el neocórtex, nuestra corteza cerebral nos permite razonar y dar un sentido inteligente e identificar que el compromiso tiene el propósito de saber que podemos cuidarnos y estar presentes cuando sea necesario, lo que en términos simples es supervivencia.
¿Qué implica el que exista un compromiso serio con la pareja?
Hay que saber que para tener un compromiso con una persona primero se debe tener un compromiso con uno mismo. Se puede hacer un trabajo paralelo, simultáneamente acoplarte a ti y a la pareja; sin embargo, no necesariamente funciona, lo ideal sería iniciar con un autocompromiso para que extenderlo hacia otro individuo sea mucho más fácil.
¿Por qué los jóvenes le tienen miedo el compromiso hoy en día?
Hoy en día, el rechazo o temor que surge al compromiso es porque la evidencia que ha dejado la generación anterior, y es precisamente lo que propone, ya que los jóvenes han tenido la experiencia de percibir no de forma analítica, pero al menos tienen una repuesta de cómo es el compromiso mediante las figuras adultas que han estado en sus vidas, es así que, en ese sentido, si eso se entiende por compromiso, probablemente no saben comprometerse, debido a que las relaciones de la generación anterior muestran que una pareja debe aguantar situaciones o actitudes que son negativas, y tal vez eso se trasmitió a las nuevas generaciones, por eso que al escuchar sobre compromiso huyen o tienen miedo.
Ahora, ¿de qué forma podemos empezar a comprometernos?
Todos los seres humanos hemos tenido algún tipo de compromiso a lo largo de nuestras vidas; entonces, vale la pena recordar aquellos que se han cumplido, por ejemplo: graduarse o terminar una carrera es un acto de compromiso. Es muy importante que al mirar atrás se tenga objetividad, para poder destacar aquello que se ha logrado conseguir, porque eso, seguramente, surgió de un acto de responsabilidad y, por supuesto, compromiso, sino que muchas veces no lo reconocemos, pensamos que únicamente lo hacemos porque nos tocó. Esto puede suceder debido a que, generalmente, al compromiso se lo asocia con una relación de pareja, pero no solo es eso, va mucho más allá, ya que puede estar plasmado en cualquier acción de la vida, desde la salud, el trabajo o pasatiempos. Sin embargo, hay que tener claro que no se puede confundir el compromiso con la dependencia, no es lo mismo, puesto que la dependencia se identifica cuando te quedas en una relación a pesar del daño que cause, y el compromiso requiere capacidad de adaptación, no solo a las circunstancias.
¿Cómo establecer un compromiso en pareja que funcione?
Hay que identificar la edad que uno tiene, porque el gran problema del compromiso en las relaciones de pareja es que hay gente joven que busca tener un tipo de relación mucho más adulta, que en realidad es absurdo y no resulta bien.