En el contexto del incremento de los índices de inseguridad, nos propusimos generar propuestas de solución, la ciudadanía debe ORGANIZARSE. En este contexto, abordamos sobre la delincuencia desde el enfoque social, de la mano del politólogo y conocedor de la sociología, Luis Alberto Tuaza.
¿Cuáles son las causas principales de los índices de delincuencia?
La violencia y la inseguridad serían consecuencia del desmoronamiento del Estado; es decir, se desarticula la construcción estatal. Cabe mencionar que el Estado tiene dos finalidades: establecer el ordenamiento jurídico y el ordenamiento político de una sociedad. En este sentido, si no hay confianza en el Estado de derecho, si la política no está para favorecer la creación de oportunidades, y si no hay políticas públicas que generen el bienestar de la inmensa mayoría, sencillamente, brota la violencia. En el caso de Ecuador, en estos últimos años, el Estado, poco a poco, se ha ido deslindando de la toma de decisiones en el campo de la política pública y existe la desarticulación de la colectividad.
¿La pobreza es un factor para la generación de la delincuencia?
No necesariamente, hay pobres que no necesitan robar. Lo que sí, las personas que se dedican a los negocios ilícitos se aprovechan de la pobreza; es decir, ofrecen trabajo a los jóvenes afectados por este fenómeno. La pobreza es consecuencia de la carencia de la generación de políticas públicas y de oportunidades para todos. Tiene implicaciones de carácter estructural; si no hay inversión estatal y una acción colectiva fuerte, cómo se va afrontar a la pobreza. Un país que quiera salir de la pobreza tiene que asegurar trabajo y otorgar derechos; no como acto gratuito, sino en consecuencia de los derechos.
La falta de oportunidades ¿es un factor para la generación de la delincuencia?
Sí, pero también el desmantelamiento del Estado. Si no se controla al territorio, no se genera políticas públicas, y si no existe inversión, es lógico que se dé la delincuencia. Asimismo, vivimos en un tiempo de rotunda apatía de la política. Creemos que la política es un oficio propio de las personas con cierto carácter de mesianismo, quien ofrece cosas extraordinarias, y no cumplen.
¿Qué políticas públicas se necesitan para hacerle frente a la delincuencia?
La educación, el acceso a las universidades y a la salud; el apoyo a los emprendimientos. Estas acciones son necesarias y serán una posible salida a la situación actual. Así también, es importante mencionar que no es suficiente la existencia de leyes y políticas públicas; se requiere la articulación de una sociedad, y que la misma esté activa y cooperativa.
¿Cómo puede apoyar la sociedad para enfrentar la delincuencia?
Organizar las rondas barriales. Debe exigir a sus gobernantes el fiel cumplimiento del ordenamiento jurídico. Las leyes no están solo puestas en el papel, sino tienen que imponer el orden. Los barrios periféricos de Riobamba están garantizando la seguridad, a través de las rondas barriales; sin estas iniciativas estaríamos casi perdidos. Un Estado sin una acción colectiva fuertemente organizada no puede sostenerse.
¿Qué pasará con la sociedad si no se toma medidas preventivas?
Si no se toma medidas inmediatas, esto puedo provocar caos social. Un Gobierno que vela solo para los intereses de un grupo y se olvida de las grandes mayorías no puede ofrecer garantías suficientes para todos. Pero evitar la mayor parte de los problemas depende de una ciudadanía organizada. En este sentido, cabe remarcar que otro de los fenómenos que se ha vivido en la región es la desarticulación de la acción colectiva.