Un joven arquero de 26 años murió mientras jugaba fútbol en la cancha ‘La Cocha’, en Calera Shobolpamba, parroquia San Juan.
Joven de 26 años murió mientras jugaba fútbol con su equipo, el Club América, contra Fe Cristiana, aproximadamente a las 16:30 h del domingo 13 de de octubre de 2024.
Lamentos y escenas desgarradoras partían la fortaleza del ‘más pintado’. ¡Era terrible!
Nadie que pasaba por el Subcentro de Salud ‘Lizarzaburu’ era ajeno a la tristeza que desgarraba el alma de desconsolados familiares y amigos que no daban crédito a lo que pasaba con alguien que era muy querido.
El desconsuelo helaba la sangre y el llanto emanaba cual manantial inagotable.
13 de octubre de 2024 era la fecha en que Michael Ariel Astudillo Gagñay, de 26 años de edad (que iba a cumplir los 27 en diciembre), debía dejar de improvisto este mundo.
Y, lo peor de todo, practicando el deporte que más le gustaba: el índor.
Joven murió mientras estaba en su arco
Según se comentó en el lugar, la ilusión por ser parte del encuentro deportivo emocionó todo el día a Michael Ariel.
De seguro, imaginó sus mejores atajadas a fin de que su Club, el América, salga victorioso ante su rival de turno: Fe Cristiana.
Así lo dijo Julio César Parreño, jugador de índor que presenció in situ y absorto la trágica escena.
¿Estaba agitado? Michael Ariel era arquero, solo estaba parado, indicó.
El partido era parte de un campeonato que organizan en las comunidades, y se desarrollaba en la cancha llamada ‘La Cocha’.
Julio no conocía mucho en lo personal al infortunado joven, pero sí lo señaló como “un buen arquero, un buen compañero, un buen jugador”.
La desesperación fue grande entre los presentes, corrieron a brindarle los primeros auxilios y llamaron a una ambulancia.
Esto lo manifestó muy contrariado.
La desesperación fue tal que lo trasladaron en un vehículo particular.
Posteriormente, lo llevaron al Subcentro de Salud ‘Lizarzaburu’, donde solo se constató su trágico deceso.
Amaba el fútbol y su familia a él
De inmediato, las unidades correspondientes de la Policía Nacional hicieron presencia en el lugar para tomar procedimiento.
Tras enterarse de la infausta noticia, de a poco, familiares y amigos llegaban, a la par de los lamentos y recuerdos que daban cuenta que era muy querido.
La familia no asimilaba tan duro golpe.
Padres, hermanos, sobrinos… gritaban su nombre desesperados e intentaban encontrar una explicación que no llegó.
Mientras otros, tan solo, elevaron una oración por su alma, para que la acoja Dios.