Un jefe de la Policía Nacional fue retenido en Alausí por cerca de 200 comuneros de Nizag. Pedían se entregue a presuntos antisociales
Jefe de la Policía Nacional de Distrito fue retenido en Alausí por comuneros.
El accionar de los ‘enemigos de la sociedad’ ya rebasa todo límite de tolerancia, y ello enciende los ánimos de los habitantes de ciertos sectores.
Todo inició en horas de la tarde del domingo 5 de enero de 2025, tras suscitarse un presunto robo a mano armada en un sector del sureño cantón Chunchi.
Tras las debidas tareas, efectivos de la Policía Nacional localizaron a los presuntos autores en el cantón Alausí.
Hecho delictivo
El Distrito ‘Alausí-Chunchi’ de la Policía Nacional detuvo a 3 ciudadanos implicados en un presunto asalto a mano armada en la Panamericana E-35, discoteca ‘Amazonas’.
Así, tras rastrear uno de los teléfonos robados, se recuperaron:
- 1 revólver artesanal
- 3 cartuchos sin percutir
- 2 celulares reconocidos por la víctima
Según reporte de las 17:15 h, los detenidos fueron puestos a órdenes de la autoridad competente, garantizando el debido proceso.
Jefe policial fue retenido
Pero, mientras personal policial procedía con las personas aprehendidas al interior de la Subjefatura de Tránsito de Alausí, en los exteriores había agitación.
Así, aproximadamente 200 comuneros del sector de Nizag se concentraron indicando que querían que les entreguen a los presuntos ‘enemigos de la sociedad’.
¿La razón? Que querían aplicar la denominada Justicia Indígena en su sector.
En la casona distrital de la Policía se aclaró que ese no era el procedimiento, y que los aprehendidos se entregarían a la autoridad competente.
Al no concretar su solicitud, es decir llevarse a los aprehendidos, ya que su custodia es responsabilidad del personal policial, planificaron una ‘alternativa’.
¿Cuál? Los comuneros retuvieron al Mayr. Nicolai Fabricio Novillo Martínez, jefe de Distrito ‘Alausí-Chunchi’, al que trasladaron hasta la Panamericana E-35.
Desde este episodio, imágenes de vídeo dan cuenta de lo que aconteció.
Así se expresó el policía técnico directivo, rodeado de la población que, en contraparte, afirmó que no era secuestro ni que hubo engaños para llevarlo allí.
Ello repetía ante el pedido de que se entregue a los sujetos, mientras se lo increpó e insultó por acciones que, supuestamente, involucrarían accionar policial.
Este fue uno de los improperios que se formularon.
Incluso, se lo agredió con ortiga por parte de una ciudadana, quien procedió así ante la incitación de algunos de los asistentes.
Eso se repetía de manera insistente, ante lo cual la mujer procedió.
Al final, aproximadamente a las 23:00 h, tras varios ‘acuerdos’, el oficial quedó en libertad, no sin antes oír algunas advertencias.
¿Advertencias? Entre ellas que si se actúa en su contra se enfrentará al pueblo que estuvo allí presente.