Independencia de Guayaquil: Las lecciones de Independencia de Estados Unidos de América y la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano con los principios de libertad, igualdad y fraternidad calaron profundamente en la Real Audiencia de Quito, en la que hombres y mujeres como Manuela Cañizares y Eugenio Espejo encendieron la luz de la libertad, al escribir en sus obras literarias, en su periódico Primicias de la Cultura de Quito y poner en las cruces de Quito unas banderolas que decían “Al amparo de la Cruz sed libre conseguid la gloria y la felicidad”, cuya acción lo llevó a la cárcel y a la muerte. Años más tarde estalló un movimiento independentista para liberarnos del yugo español, que fue un 10 de Agosto de 1809. Por ello se llama QUITO LUZ DE AMÉRICA, PERO EN 1810 LOS PATRIOTAS FUERON ASESINADOS POR LAS FUERZAS REALISTAS del Gral. Arredondo, que vino desde Lima.
Y Guayaquil, la Perla del Pacífico, no podía quedarse con los brazos cruzados. Luego del genocidio del 2 de Agosto de 1810, se forma un movimiento libertario.
El 1 de octubre de 1820, en casa de don José de Villamil y su esposa Anita Garaicoa, ofrecen una fiesta invitando a quienes estaban por la lucha independentista, y acudieron: León de Febres Cordero, Letamendi, Urdaneta… la fiesta se inicia al ritmo de vals, se brinda champán, vino y coñac. Los patriotas pasaron en secreto a la antesala para planificar el golpe libertario, donde les esperaban: Luis Fernando Vivero, los hermanos Antonio y Francisco Elizalde, Lorenzo de Garaicoa, José de Villamil, Francisco de Paula Lavayen, Baltazar García, el comandante José María Peña, Pedro Sánchez, Pedro Sáenz, Francisco Oyarvide, José Rivas y otros patriotas. A este acto Antepara lo llama “LA FRAGUA DE VULCANO”.
Y las causas para la Independencia son: 300 años de dominación española: cansado de soportar el pueblo guayaquileño la violación constante de los derechos humanos, discriminación, xenofobia, explotación, servidumbre, la prepotencia y la muerte, en esta noche gloriosa se designa a José Joaquín de Olmedo que esté al frente de la Revolución, pero se excusa porque es un hombre de letras y no un soldado; luego se da el nombre de José Bejarano, que se excusa por su avanzada edad; y, finalmente, se designa a Rafael Cruz, quien se niega por haberse formado la milicia en España, y de esta forma corresponde al libérrimo pueblo de Guayaquil tomar las armas encabezado por León de Febres Cordero, cuyos ideólogos, entre ellos José Joaquín de Olmedo, deben convencer y persuadir a soldados españoles por la libertad, lo que dio un efecto positivo. En las primeras horas de la madrugada del Nueve de Octubre, al grito de “Viva la Patria”, se inició la lucha por la Independencia de Guayaquil.
Este día glorioso del 9 de Octubre de 1820, cuando brilló los primeros rayos del sol, los patriotas le llamaron “LA AURORA GLORIOSA”. Las acciones de parte de los patriotas se dan: la toma del Cuartel de Granaderos y la Brigada de Artillería, una goleta de guerra, es el grito de victoria que se repite por toda la ciudad, el repique de campanas, los gritos de miles de patriotas que en coro cantan ¡VIVA LA PATRIA!, en las calles flamea una bandera de 5 franjas horizontales (3 azules y dos blancas), en la franja del centro están tres estrellas que simboliza la unidad por Guayaquil Independiente. A las 10h00 se conforma la Junta de Gobierno, integrada por el Coronel Gregorio Escobedo, Dr. Vicente Espantoso y el Tnte. Coronel Rafael María Jimena, se redacta el Acta de Independencia que dice “a los 9 días del mes de octubre de 1820 y años y primero de su independencia…”.
Luego se nombra a José Joaquín de Olmedo como presidente del nuevo Estado de Guayaquil. Hoy celebramos el Bicentenario de su Independencia. Que estas lecciones de libertad se conjuguen en los ecuatorianos para tener un ESTADO más participativo, que sus recursos naturales sea la herencia para las generaciones venideras donde la educación, el trabajo y la democracia sea de alta calidad y esté al servicio del hombre y del ciudadano..
Dr. Carlos Ponce Jiménez