Miguel Urquizo elabora imágenes de la Santa Muerte protectora, cuyo costo depende del tamaño. Esta imagen viene de la cultura de México.
En su taller, situado en el centro histórico de Riobamba, se encuentra una efigie de un metro y 30 centímetros de altura, elaborada en resina.
El costo de la efigie pintada de negro es de 400 dólares, pero también hay pequeñas que son adquiridas a un costo más bajo.
Generalmente, la gente de la región Costa es la que prefiere esta figura que representa a la muerte.
Imagen de la Santa Muerte se elabora en el centro histórico de Riobamba
Urquizo se considera un artista autodidacta. Empezó a aplicar este arte y fue perfeccionando su técnica sobre la marcha.
Además de la figura de la ‘Santa Muerte’, también elabora figuras taurinas como cabezas de toro, caballos y otros relacionados con dicha temática.
En su taller, situado en la calle Veloz y Juan de Velasco, está la figura de la ‘Santa Muerte’ que, según Miguel, tiene sus seguidores. Justamente por eso vende las figuras que él produce.
El artista riobambeño elabora la efigie de la ‘Santa Muerte’ porque hay mucha fe en México y de ahí se ha extendido a Latinoamérica.
En Riobamba, donde el 78% de los riobambeños son católicos, no hay un sitio para la veneración de la ‘Santa Muerte’. Según Miguel Urquizo, la gente venera a la ‘Santa Muerte’ en su propia casa.
La figura, por los elementos que se utilizan para su elaboración, no se puede hacer con moldes. Todo es resina con fibra de vidrio.
La gente compra estas figuras para tener en sus domicilios en Riobamba o para llevar a otras ciudades como Quito y Guayaquil.
Hay figuras pequeñas y grandes, y el costo va desde 5 hasta 400 dólares.
Lo de la ‘Santa Muerte’ despierta cierta curiosidad, pero es como toda religión: si una persona tiene fe, obra; si no, no pasa nada.
El artista que elabora la efigie lo hace como cualquier otro producto. Nunca ha soñado nada sobre el tema relacionado con la muerte, aunque revela que su fuerte son las figuras taurinas.
También hace restauraciones de imágenes.
Origen de la veneración a la Santa Muerte
Según la historia, el origen de este culto data de 1795 en un poblado del centro de México, donde se vio por primera vez la veneración a un esqueleto denominado Muerte.
No obstante, su popularización y el crecimiento del culto, según relatos, se dieron en la década de 1960 en Catemaco, Veracruz, cuando se expandió el culto a pesar de la desaprobación de la iglesia católica.