Un hombre muere y deja a su esposa embarazada de 7 meses. La pareja de la historia es haitiana y recibió ayuda del alcalde John Vinueza
Hombre haitiano muere y deja a su esposa embarazada, pero, recibió ayuda de riobambeños.
La solidaridad no conoce idiomas ni fronteras, y esta tierra, noble, hospitalaria y generosa, es prueba palpable de lo enunciado. De ello escribo hoy…
Christella Joseph y su esposo Dorcely Odelet, son una pareja de haitianos.
Ellos, tras no encontrar oportunidades en su país natal, decidieron salir en busca del ‘Sueño Sudamericano’.
Hombre haitiano muere en Riobamba
Padres de 4 hijos, con 1 en Brasil que los espera, en su periplo pasaron por Ecuador.
Y, particularmente por Riobamba, jamás imaginaron que la tragedia los esperaba con los brazos de par en par.
Dorcely fue ingresado en una casona asistencial con un cuadro diagnóstico de septicemia de choque abdominal Cie 10 A419, lo que le produjo la muerte.
Mientras que Christella registra embarazo de 7 meses, por lo que recibió atención médica y hospedaje.
El problema se agravó cuando no se podía enterrar a Dorcely
¿Por qué? Por no contar con recursos, ni siquiera se entendía su idioma y peor conocía a alguien por acá.
En tal circunstancia, desde la casona asistencial se contactó con la Fundación de Migrantes Retornados de Chimborazo (Mirech).
La organización está encabezada por Marcelo Gedarje, quien, fiel a su misión humanitaria, tomó procedimiento.
De inmediato se contactó con la Alcaldía de Riobamba, a fin de canalizar ayuda humanitaria, recibiendo respuesta positiva.
Gedarje destacó que entidades como Policía de Migración, hospitales, migrantes y fundaciones los buscan por 3 motivos:
- Fin social: Se apoya sin buscar nada a cambio
- Idioma: Se pueden comunicar con otros migrantes
- Empatía: Al saber lo que es ser migrante se apoya sin miramientos
Esposa embarazada encontró ayuda
La cita se pactó para el jueves 23 de enero de 2025, a las 09:00 horas, en el despacho de la Alcaldía.
Y el mismo John Vinueza Salinas conocería el pedido.
Christella llegó nerviosa, acompañada de una trabajadora social, casi una hora más tarde a lo acordado.
María José Corral, coordinadora de la Alcaldía, de manera gentil, nos invitó a pasar ante el burgomaestre.
Esas fueron las palabras de Vinueza Salinas que, al instante, tomó su celular y se comunicó con diversas dependencias municipales.
¿Para qué? Para disponerles se canalice el pedido ese instante.
Sin entender palabra, pero, escuchando a su corazón, Christella, con lágrimas y leves esbozos de sonrisa, agradecía a Dios.
Pero, cuando Dios obra nada lo para: ¡Había la caja y el nicho, pero, no cómo transportar el ataúd al Cementerio!
Coincidencialmente, una llamada a mi celular de amigos de Funeraria Eternal, operó el milagro.
Me preguntaron: ¿Qué hacía en esa casona?, les conté, y eso sumó a esta nóvel empresa riobambeña a la noble causa.
Sin mediar pregunta alguna, los personeros de la empresa accedieron gustosos.
Así se hizo, y se refrendó el compromiso de sus propietarios de seguir tomando parte en situaciones de ayuda humanitaria.
Ahora Dorcely descansa en suelo riobambeño y Christella está próxima a partir rumbo a la frontera con Perú.
Allá le espera un amigo de su hijo, a fin de enrumbarla hasta su destino final: Brasil, y todo gracias a la generosidad riobambeña.
¡Buena suerte en su periplo!