Mientras Lida Camacho hacía la receta de los famosos “Helados de San Francisco”, Germán Martínez, un señor de sombrero, “cejón” y de bigote, era el que atendía el negocio al que dedicaron su vida desde el año 1950.
Declaraciones. Doménica Córdova, bisnieta de la fundadora de los “Helados de San Francisco”, manifestó que este negocio nació por una necesidad de sus bisabuelos. Ellos desempeñaban como joyeros, pero al llegar la bambalina ya nadie les compraba sus joyas, por lo que, al verse sin recursos, empezaron a revender colas.
“Mi abuelita siempre ha sido cocinera y en la casa siempre hacía heladitos para la familia, y ahí inició todo”, contó. Y así empezaron alquilando un congelador e iniciaron con el negocio de los helados de tomate, mora, taxo, piña, entre otros. “A la gente les gustaba los de mora, taxo y coco, los que están hasta ahora, y se concentraron en esos”, dijo su bisnieta, anotando que pudieron entonces comprar el congelador.