Juan Carlos Arias aún no pierde las esperanzas de encontrar a Myrian Paucar, su esposa de 21 años, y a Yamileth Arias, su hija de dos meses, quienes quedaron atrapadas en el deslizamiento de tierra para hallar y darles una sepultura. El hombre relató que son cinco familiares que aún siguen sepultados. “Ya van a ser aproximadamente tres semanas y aún no he tenido respuestas sobre ninguno de ellos”. Su preocupación más grande es que se cierre el ciclo de búsqueda de los cadáveres, pero tengo la convicción de que “digan lo que digan, yo, con palas y picos, estaré presente hasta encontrar a mis seres queridos; mi único deseo es brindarles una cristiana sepultura”.
Situación. El hombre viajó 25 horas, ya que realizaba sus actividades en la provincia de Sucumbíos, y el dolor que experimenta es inigualable y, seguramente, cada una de las personas afectadas siente esta situación desde su posición. Es de anotar que también resaltó la importancia del accionar luego de la tragedia para lograr evitar estas situaciones en el futuro; asimismo, para brindar el apoyo necesario a los afectados.
Detalles. El sábado 25 viajé a Lago Agrio y el domingo 26 hablé con mi esposa, y recuerdo claramente que siendo la última vez que la escuché ella mencionó: “mijo, recuerda que yo siempre estaré a tu lado” y, luego de estas palabras, alcancé a escuchar el llanto de mi pequeña y continúe con mis actividades laborales; más tarde intenté llamarle, pero nadie contestaba, acto seguido las noticias anunciaban el desastre que decían que Alausí estaba de luto, y “tanta fue mi desesperación que no podía pensar con claridad; me costaba creer que perdía a mi familia”…