Guillermo Lasso nuevo presidente: A no dudarlo, quiéraselo o no aceptar, se comulgue o no con la ideología ganadora, hoy nace una nueva oportunidad para el país, como cada cuatro años, la misma que en 2021 nos invitó a “encontrarnos”, a confiar nuevamente en la libertad de mercado, en que la institucionalidad del Estado puede recobrarse con transparencia y eficiencia, a dar la espalda a lo que se ha encasillado en la arbitrariedad, la corrupción y la impunidad, así como a desterrar al autoritarismo, la persecución y los vejámenes sabatinos de una década, creer en nuevas oportunidades y que, de manera tajante, en campaña, ofreció mitigar la lacerante crisis sanitaria ocasionada por la pandemia del Covid-19 con 9 millones de vacunados en los primeros 100 días de gestión, esto como paso previo y efectivo a la reactivación económica, un mensaje que caló -por medio de alguna de sus aristas- en casi un 53% de la población que le dijo “te creo”.
Así, ahora es cuando Guillermo Lasso Mendoza tiene que demostrar el porqué merecía ser presidente luego de más de diez años de intentarlo de manera infructuosa, pero que este año lo cristalizó, enfatizando que la credencial que lo habilita como el ciudadano número uno del país es la mejor de su vida, la misma que debe honrar y enaltecer. Es indudable que la desconfianza se instale en una población acostumbrada a la decepción, y más aún cuando hay criterios como el de que con 550 dólares mensuales se es rico en el Ecuador, lo que la ciudadanía espera se enmiende, pero, por lo menos, démosle la oportunidad -que han tenido todos sus antecesores- de devolvernos la confianza…
Ceremonia. Fue hoy, a las 10:00 h, en la Asamblea Nacional, cuando se llevó a cabo el cambio de mando. Se prevé que esta ac- tividad tenga una duración de tres horas y media. El aforo será reducido. Varios jefes de Estado, de diferentes países, han arribado al Ecuador desde ayer y se han reunido tanto con Lenín Moreno como con Guillermo Lasso Mendoza.