Galo Silva apasionado de la radiodifusión ha dedicado su vida a esta labor en Riobamba. Nos cuenta la trayectoria de su carrera.
Galo Silva comenzó en la radio como locutor. Desde muy niño, escuchaba la narración de los partidos de fútbol en Radio Tarqui, usando un gran radio a pilas que tenía su padre, Carlos Silva.
El oficio de locutor, que soñaba desde niño, lo inició a los 20 años, y después de 55 años en esta actividad, que comenzó en 1968, aún no deja el micrófono; sigue con su programación en Radio Súper.
En una ocasión, una comisión del colegio Fernando Daquilema acudió a su domicilio para solicitarle que aceptara el rectorado del plantel.
Era un pedido de los estudiantes, ya que en ese plantel realizó las prácticas para incorporarse como licenciado en la extensión de la Universidad Central del Ecuador.
Sin embargo, no aceptó asumir dicho cargo porque tendría que dejar la radio.
Don Galo Silva es oriundo de Guano
Don Galo Adolfo Silva Ávalos nació en la parroquia San Isidro de Patulú, cantón Guano, el 4 de diciembre de 1948.
Es el segundo de Galo Silva, 55 años en radiodifusión, antes en Radio Atenas ahora en Radio Súper dos personajes de Guayaquil me enseñaron a vender la publicidad vestido de terno y muy elegante.
Debido al elevado número de hijos, su padre, Carlos Silva, no tenía los recursos para educarlos, y Galo tuvo que conformarse con la educación primaria, que terminó en la parroquia de San Andrés.
Hasta los 18 años, trabajó con su padre en la agricultura, pero como le apasionaba la radio, se dirigió a la ciudad de Riobamba para concretar su sueño.
Primeros años en la radiodifusión
Ingresó en la radio “La Voz del Pueblo” de Tomás Oleas, donde comenzó a dar sus primeros pasos.
Al mes, un señor Bonifaz arrendó la radio y lo despidieron, argumentando que su voz fina no servía para una emisora tan respetable de FM en la ciudad, por lo que buscó otra emisora.
Tiempo después, entró a trabajar en la radio Musical, ubicada en la Plaza Roja, que era arrendada por Luis Aliaga Dávalos.
Sin embargo, la situación era difícil porque no le pagaban nada, y tenía que buscar publicidad para obtener ingresos.
Don Galo recuerda que de Riobamba salieron los mejores locutores del país, mencionando nombres como Pascual Reales, ‘Chino’ Herrera, Luis Alberto Pumagualli, Jaime Salcedo, entre otros.
Galo Silva y su trayectoria radiofónica con el Olmedo
Cuando Olmedo llegó al fútbol profesional, comenzó con las transmisiones de fútbol en la Radio Promoción, junto con Jaime Salcedo, quien se encargaba de la parte comercial.
Posteriormente, trabajó en Radio Central, pero debido a algunos chismes e inconvenientes, pasó a la Radio Escuelas Radiofónicas Populares, donde narraba fútbol.
Justo cuando Olmedo perdió la categoría, el Técnico Universitario ascendió al fútbol profesional, y los ambateños necesitaban narradores de fútbol.
Por sugerencia de Carlos Sánchez, un técnico que arreglaba los transmisores, contrataron a Galo Silva.
Le pagaban bien, en sucres, lo que equivalía a 200 dólares por narrar un partido en la Radio Calidad de Ambato.
Su amigo del alma, Leonardo Caicedo, monitoreaba la sintonía en el estadio.
Como no había celulares, levantaba la mano y le indicaba con los dedos cuántos estaban escuchando a Galo Silva.
Como la sintonía de Radio Calidad creció, los locutores de otras radios de Ambato buscaban a Galo Silva para agredirlo, por lo que el dueño de la radio le puso guardaespaldas y un taxi para que regresara de Ambato después del partido.
Con el regreso de Olmedo al fútbol profesional, Luis Aliaga Dávalos, quien tenía dos emisoras, Radio Musical y Radio Voz de Riobamba, le arrendó una de ellas.
Después de un tiempo, se la vendió, y se transformó en Radio Atenas.
De partidos de fútbol pasó a partidos políticos
Como Don Galo era muy popular en las narraciones de fútbol, los partidos políticos lo buscaron para que fuera candidato a diputado.
Aceptó en dos ocasiones, y asegura que perdió en la mesa.
Como recuerdo de la política, le queda la experiencia del respaldo del pueblo y de haber debatido con personajes de la política como Fernando Guerrero, Nina Pacari y Mauricio Gándara.
En defensa del gremio radial, recuerda que acudió a la Asamblea Nacional, donde reclamó en voz alta y pidió el cierre de la Supercom.
No olvida que fue multado con 3.000 dólares, que debía pagar en 72 horas.
Los domingos, mantiene su programa “Análisis a Fondo”, muy sintonizado por la población, y lo hace sin el respaldo de firmas comerciales.
Así puede expresar lo que él siente. Don Galo es católico y devoto de la Virgen del Quinche, y tiene un póster grande en la sala de espera de la Radio Súper.