Fusilados en una gallera: Los galleros no llegaron ni a pronunciar los típicos “voy 100 al pata amarilla”, “gira mijito”, porque la bala zumbó y se inició el descontrol. El coliseo de gallos en cuestión de segundos se convirtió en el escenario de una violenta y sangrienta matanza.
Armados. Sujetos armados, con fusil de uso militar y otras armas de grueso calibre, ingresaron hasta el sitio y descargaron bala sin piedad ni miedo contra varios de los presentes. Todo ocurrió a las 22:00 horas del viernes veintitrés de julio, en una gallera ubicada en la vía Bahía de Caráquez-Punta Bellaca, jurisdicción del cantón Sucre (Manabí). El espacio en el que las aves de pelea demuestran sus habilidades fue el lugar donde quedaron dispersos varios cuerpos inmóviles y bañados en sangre.
Matanza. Algunos apostadores, tras escuchar las balas, se refugiaron entre mesas, paredes y cercos. Cuando los pistoleros se marcharon salieron a brindar ayuda a los baleados. “Ayuda por favor, llamen a la ambulancia, está vivo, resiste ñaño, sácalo de allí”, se escucha decir en un vídeo grabado tras la masacre. Los gritos de desesperación eran por demás evidentes, en una imagen se observa a los baleados amontonados.
Alejado. El fiscal del cantón Sucre, Luis Castillo Giler, explicó que todo sucedió en un espacio de carácter clandestino, muy alejado del casco urbano. En el lugar se habían convocado, al menos, setenta personas. (Alejandro Giler) El funcionario judicial confirmó que tras el violento suceso cinco personas fallecieron: Estanislao Álvarez Rodríguez, de nacionalidad cubana, y los ecuatorianos Andrés Falcónez Paladines, Hernán Paladines Posligua, Ricardo Mera Zambrano y Edy Alejandro Farías. Otros cinco ciudadanos resultaron heridos, y uno de estos últimos se encontraba en estado delicado y tuvo que ser ingresado. El fiscal de turno no descartó que el hecho de sangre tenga relación con los últimos incidentes sucedidos en las cárceles de nuestro país.
Otros cinco ciudadanos resultaron heridos, y uno de estos últimos se encontraba en estado delicado, por lo que tuvo que ser ingresado al quirófano para ser intervenido por los disparos. Los baleados fueron llevados hasta el Hospital “Miguel Hilario Alcívar”, de Bahía de Caráquez. Esta casa de salud se convirtió en el muro de los lamentos, lágrimas y escenas desgarradoras.