La fotógrafa riobambeña innova y abre mercado en los Estados Unidos, sugiere a los jóvenes prepararse en lo que les gusta.
Fotógrafa riobambeña innova y abre mercado en Estados Unidos, viajó en el 2018 y a los 7 años regresó a visitar a la familia.
«Nadie es profeta en su propia tierra” precisa el refrán de origen bíblico, que se aplica cuando las personas deben abandonar su hogar y su tierra para alcanzar el éxito en su vida.
Eso le sucede a la familia Ávalos Arévalo que cosecha triunfos en los Estados Unidos hacia donde viajó hace siete años.
Anahí Arévalo, de origen lojana, de profesión fotógrafa formó su hogar con el riobambeño Luis Ávalos, los dos ejercían la profesión de Diseño Gráfico.
Pero en un momento de sus vidas, luego de residir 27 años en la Sultana de los Andes decidieron viajar a los Estados Unidos donde ejercen la profesión con mucha innovación.
Madre visionaria en la fotografía
Anahí madre de dos hijos y un tercero en camino, ejerce la profesión de Fotógrafa y lo hace con mucha innovación.
La dama de la fotografía asegura que la constancia le ha permitido hacer excelentes fotografías con las cuales ha logrado importantes reconocimientos.
Anahí expresó que el regresar a los 7 años a Riobamba le genera nostalgia y emoción, porque le permite recordar la cultura, las tradiciones y la gastronomía.
Además le sirve para encaminar a sus hijos a conservar sus raíces.
Fotógrafa riobambeña innova y aprecia su propia cultura en Estados Unidos
Anahí menciona que cuando una persona está lejos, es cuando más valora a la familia y a su tierra.
Además, precisa que empezar a ejercer la profesión desde cero en otro lado, es muy difícil, sin embargo, poco a poco ha conseguido los clientes.
No tiene problema con el idioma porque en Texas donde reside hay mucho migrante, entonces el idioma no es un impedimento, pero sí limita.
El arte de la fotografía genera clientes
Anahí menciona que la Fotografía es una profesión muy valorada y que tiene mucha acogida, valoran el arte de la fotografía y pagan lo que vale.
A diferencia de ejercer la profesión en Riobamba donde hay mucha competencia.
En Estados Unidos tuvo que certificar la profesión y afianzar el conocimiento en el arte de la fotografía donde se prioriza lo digital.
Cita que una fotografía bien hecha tiene una valor de 60 a 70 dólares y puede subir hasta 200 y 300 dólares.
La profesional sugiere a los jóvenes que persigan sus sueños, que estudien lo que les gusta, y no una profesión que piensan que les puede dar más dinero.
Una persona debe trabajar en lo que genera felicidad porque ahí es cuando se hace las cosas con amor y todo le sale de lo mejor.
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