Los famosos ‘dedos de seda’ -‘choros’ en los buses- ‘hacen de las suyas’ en la transportación urbana de la ‘Sultana de los Andes’.
Así, llamaremos ‘David’ a un ciudadano que resultó perjudicado en un autobús. Eran las 10 de la mañana, un conductor ‘piloteaba su nave’, era un Mercedes-Benz del año 2020, “uno de esos días malos en que no hubo pasaje”, mientras los pocos ocupantes, entretenidos en su mundo, es decir con la mirada fija en sus teléfonos, hasta que el ‘chófer’ dijo: “los que se quedan en el centro”, y ‘David’ salió apresurado del bus, que continuó su recorrido hacia el sur urbano. El ‘expasajero’ caminó unos metros y se percató que algo le hacía falta… ¡en la unidad le robaron sus lentes! Increíble, pero cierto, estos facinerosos sacan de los bolsillos lo que más pueden sin reparar en la afectación que pueden provocar en sus víctimas. ¡‘Fino’ ni le hizo sentir que ya no tenía lentes!.
‘David’ enfatizó que no sabe cómo ni en qué momento le metieron las manos en el bolsillo, además que los lentes estaban en su estuche y era un bulto considerable dentro de su prenda de vestir, pero estos delincuentes -conocidos como ‘dedos de seda’- son tan efectivos que no hacen sentir el robo a los perjudicados, ni el perjudicado logró ‘ver’ quién le perjudicó de esa manera, pues todo era borroso…