… y si viene la Policía no me importa, porque soy amigo del comandante…”, expresó un joven que se encontraba bajo los efectos del alcohol, acompañado de una serie de palabras groseras, lo que ocurrió luego de que los moradores de la ciudadela Los Ingenieros Civiles le solicitaron que se retire del parque a él y a sus amigos; sin embargo, no solo el consumo de bebidas alcohólicas es la problemática que viven a diario los habitantes, sino que también, aparentemente, hay un individuo que alrededor de dos a tres veces a la semana llega al lugar y expende sustancias sujetas a fiscalización.
Situación. Falta de luz y alcoholismo. “Lamentablemente, los jóvenes en estado de embriaguez provocan peleas, escuchamos las botellas cómo se quiebran al contacto del piso, también otros ciudadanos llegan a grafitear las paredes”, señaló Mauro Pazmiño, morador que, asimismo, resaltó que hace seis años, de todas las luminarias existentes en el parque, ni el 50% son funcionales, representando otro foco de inseguridad porque la oscuridad también propicia actividades delictivas o malos comportamientos: “parejas que se colocan detrás de los graderíos y tienen relaciones sexuales (…) no salimos por las noches porque tenemos miedo”.
Sépalo. María Fernanda Hidalgo, moradora, señaló que “como vecinos, nos hemos organizado para gestionar alarmas y cámaras de vídeovigilancia para, con ello, de alguna forma, cuidar la ciudadela”. Además, Francisco Espinoza añadió que “con respecto al posible tráfico de sustancias ilícitas se está dando un seguimiento adecuado”, subrayando que el tema de las luminarias sería primordial para dar más seguridad, además de que se vuelva a levantar la pared que hace más de un año botaron y que ahora permite un acceso libre de personas en carros que luego de estar en estado etílico ‘hacen malabares’ en la cancha.
Malestar. “Un barrio abandonado porque, incluso, las vías se hicieron por autogestión, y esto demuestra la falta de atención”, enfatizó Fernando Horna. Y son tantas las problemáticas que para Felipe Espinoza también es malestar el tema de los grafitis obscenos que le han llevado a pintar al menos 3 veces su vivienda.