Extrema pobreza en Guano: Luz María Tingo y Luis Gerardo Vilema no solo comparten sus vidas por más de seis décadas, también comparten las ‘inclemencias’ de la vida, ellos son dos adultos mayores de 83 y 80 años de edad hace tres años a Luz María le fue diagnosticada diabetes y su compañero de vida tiene problemas de presión arterial.
Casa. Entre algunos pajonales se avizora una vetusta puerta de madera, la cual se abre lentamente cada que alguien llama en el hogar, a pasos lentos, apoyándose sobre un palo, el cual figura como bastón, Luz María atiende a quien llegue a su vivienda, ella siempre sonríe, pese a sus dolencias siempre se muestra optimista.
Tierras prestadas. La pareja asegura que no puede levantar una construcción porque el sitio no le pertenece, agrega que el terreno le fue prestado por una “persona de buen corazón que vive en Quito” y que ellos no poseen un sitio en el cual pudieran levantar una construcción.
Enfermedades. Cuando Ecuador pasaba por los momentos más críticos por la pandemia del Covid-19, Luis sufrió una descompensación en su salud, motivo por el cual fue intervenido quirúrgicamente. “Me operaron de la vesícula”, agregó Luis Vilema.
Dolencias. Su esposa detalla que ella también padece por problemas físicos, además poco a poco ha ido perdiendo la visión a raíz del diagnóstico de diabetes. “Yo recibo el bono y con lo que me dan debo comprar medicinas, porque no todos los remedios hay en el centro médico”, expuso la adulta mayor, quien se aferra a su improvisado bastón para guiarse por los diferentes rincones del improvisado inmueble donde reside.
Datos
Contacto. Las personas o instituciones interesadas en colaborar con esta familia que vive en extrema pobreza pueden contactarse al número 03 2901 166. Ellos viven en el barrio La Inmaculada.
Casa. Aunque ellos no tienen vivienda ni terreno, expresan que sí les gustaría vivir en mejores condiciones, sobre todo por los problemas de salud que les limita la movilidad.
Beneficio. Después del desastre natural que afectó a este cantón, muchas personas recibieron ayuda humanitaria, sin embargo esta familia sigue a la espera de que sean beneficiados de alguna manera.
Hijos. La pareja procreó siete hijos, sin embargo, solo una hija les asiste y los acompañan a diario. Ella es madre y trabaja cociendo.
Ayuda. Dos integrantes de la fundación Contigo contribuyó con esta familia, les llevaron algunos alimentos, cobijas, vestimentas y alimento para los cinco perros que tienen en el hogar.
Después del aluvión del 11 de diciembre
Desastre. Pese a que la vivienda se llenó de lodo y aún permanecen sedimentos en el sitio, la familia ha optado por no remover la tierra, ya que esta situación no ha alterado mucho sus condiciones de vida, puesto que siempre tuvieron piso de tierra. Respecto a enseres ha ocurrido lo mismo, ya que su extrema pobreza le ha impedido obtener bienes muebles que puedan tener algún valor. “No hemos perdido nada con el aluvión porque no tenemos muchas cosas, el agua y el lodo ingresó a la casa, y quedó lo poco que tenemos lleno de tierra”, expuso una hija de la pareja, quien se gana la vida trabajando como costurera y con lo poco que gana ayuda y aporta en el hogar sumido en la necesidad.