Excremento Riobamba/ En diferentes lugares del mundo se puede observar a reyes, reinas, princesas, infantas y demás paseando a sus perros por las calles y avenidas de las ciudades más importantes del mundo, y una de las cosas más importantes es que estos personajes, en sus manos, siempre llevan una funda. ¿Para qué? Pues, son responsables de lo que hacen sus mascotas, por tanto, si hacen su deposición en plena calle, sin problemas se agachan y con la funda las recogen.
Realidad. Sin embargo, en Riobamba está sucediendo todo lo contrario y existen varias causas: una de ellas es la gran cantidad de perros callejeros que están en la calle. Por ellos nadie responde, por tanto, al no tener dueños, hacen sus necesidades en todo lugar.
Otra causa es que nunca el ciudadano cómodo que, si bien tiene mascotas, a primera hora del día abre la puerta de su casa para que sus mascotas salgan a la vía pública y ahí hagan sus necesidades. Lo peor es que esta situación puede darse en cualquier zona, por eso no es raro encontrar excrementos en todo lado, generando una pésima imagen de Riobamba, “Sultana de los Andes”.
Una tercera causa está en los dueños de mascotas que las sacan a dar una vuelta y, como si fuera lo más normal, hasta esperan que su perro haga sus necesidades en la vereda, y luego, como si nada, se van, dejando la caca o popó a vista y paciencia de todo mundo.
Problemática. Lamentablemente, la indisciplina ciudadana ha hecho que esto se esté convirtiendo en un verdadero problema en Riobamba. Falta más disciplina y orden por parte de la gente. Si bien se entiende que los callejeros podrían ser los principales causantes de esta situación, si están los dueños de las casas en donde se ha generado este problema.
Nunca va haber el número adecuado de barrenderos para que lleguen a todos los lugares donde se está dando este inconveniente, y qué mejor que sea la gente la que asuma esta limpieza y así ayudar a mejorar la imagen de la urbe. Ya para los dueños de las mascotas se debería hacerles un llamado de atención público para que los limpien, sino, multarlos.
Responsabilidad. Los dueños de los canes son responsables de ellos, por tanto, si se hacen sus necesidades en plena calle, el humano, con una funda, los recoge y los pone en la basura.
Realidad. La limpieza de la ciudad depende de todos y cada uno de sus habitantes, por tanto, todos deben colaborar con la misma y, así, evitar problemas.