La vida, incierta como ella sola, da vuelcos radicales, drásticos, de súbito, causando ‘sorpresas’, las que en su mayoría no son para nada agradables.
[mc4wp_form id=56713]
Bajo esta premisa, ¿Cómo explicar que una corta vida se apague súbitamente, y peor por decisión propia, y cuando está ligada a la primera ilusión y al amor?
¿Cómo asimilar que un chico de 18 años de edad, al que le gusta el deporte (índor y fútbol) tenga sentimientos autolíticos?
¿Cómo creer que un adolescente al que le gusta la música, que asiste a una academia en Cajabamba, entona la guitarra y hace música en la Iglesia Evangélica Camino a Damasco, en los cultos dominicales asuma fatal decisión?
Pues, esa pregunta solo la podrá contestar Joel Caiza Sigcho, de 18 años de edad, pero la respuesta se la llevó con él a latumba.
Alonso Sigcho, su tío materno, consternado, dijo que Joel vivía junto a su casa, en Gatazo Elena Zambrano, y desde muy pequeño creció junto a sus hijos (primos), que son de la misma edad.
¿Qué estudió? Estaba para Ingeniería en Redes y Comunicaciones. Recién cursaba 2 meses de estudio.
¿Cuándo pasó? Hoy (ayer, 8 de noviembre de 2024) en la madrugada.