El Ecuador es un país con problemáticas diversas, con necesidades y una historia en la que se evidencian ciertos episodios en los que las mujeres han resultado víctimas de violencia, ya sea simbólica, física o psicológica. La Asociación Latinoamericana para el Desarrollo Alternativo menciona, en un artículo publicado el 8 de marzo de este año, que desde que inició 2022 se han reportado 28 femicidios en Ecuador; es decir, un 50% más que en el mismo periodo del año anterior.
Aldea menciona que el 86% de los casos de femicidio, las víctimas tenían un vínculo sentimental con sus agresores y, por otra parte, el 14% no tenían ninguna relación con ellas. ¿Qué tan peligroso es ser mujer en Ecuador? Analizar los datos que representan la realidad de las mujeres en el país podría llegar a ser preocupante, es por ello que en 2018 se expidió la Ley Orgánica Integral para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres que tiene como objeto “prevenir y erradicar todo tipo de violencia contra las mujeres”. La ley integra a las niñas, adolescentes, jóvenes, adultas y adultas mayores, en toda su diversidad, es decir que el cuerpo legal concentra a las mujeres que forman parte de la comunidad LGBTIQ+, también. ¿Están seguras las niñas en las escuelas?.
¿Qué es la violencia de género?
Según la Campaña Latinoamericana por el Derecho a la Educación, a la violencia de género se la define como “todo acto que se comete contra una persona o grupo de personas en razón de su género y que puede incluir actos que causan daño o sufrimiento físico, sexual o mental”. Estos actos se pueden manifestar a través de ciertas conductas y actitudes que son conscientes y aprendidas. Un elemento de relevancia es indicar que la violencia de género no se concentra solamente en actos que vayan en contra de la dignidad de la mujer, sino que las puede afectar a ellas tanto como a los hombres.
Pero, según esta campaña, las mujeres, niñas y adolescentes, constituyen el grupo poblacional más vulnerable a ser expuesto a este tipo de violencia. Por otro lado, si bien no es un sinónimo la violencia de género y la violencia contra las mujeres, se afirma que este tipo de violencia es una de las más fuertes manifestaciones de las desigualdades y discriminaciones de género, pues, se da por estas razones, por el género.
Caso Paola Guzmán Albarracín
Uno de los casos más emblemáticos, en los que la violencia de género ha desencadenado en la muerte de la víctima, en el ámbito educativo, es el de Paola Guzmán. Ella era una adolescente que murió a causa de una intoxicación con fósforo blanco, o diablillos.
El caso de ella condenó al Estado ecuatoriano ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos por no garantizar los mecanismos necesarios para proteger a las víctimas de violencia. Paola fue víctima de violación sexual por parte del rector de la unidad educativa en la que ella estudiaba. Tras esta agresión, ella quedó embarazada, buscando ayuda en el dispensario del colegio, donde el encargado de esta sección de la escuela, también la violó.
Con el desamparo que sintió, ingirió esta sustancia tóxica. Su familia, amigas y madre, Petita Albarracín, quisieron salvarla, pero fue tarde. Asimismo, en la escuela donde ella estudiaba, tras presentar dolores de estómago por el envenenamiento, funcionarias de la institución le recomendaron pedir a Dios perdón por lo que acababa de hacer. En 2019 este caso llegó a la CIDH, como el primer caso de violencia sexual en el contexto educativo en el Ecuador. La sentencia de la Corte asegura que se “encontró al Estado de Ecuador responsable por la violencia sexual sufrida por Guzmán”. En diciembre de 2020, el Estado reconoció su responsabilidad ante las agresiones perpetradas a Paola, y su posterior muerte. El Estado es responsable por la ineficiencia del sistema jurídico y la desidia de los funcionarios públicos en temas de violencia sexual. ¿Están seguras las niñas en las escuelas?.
En el país y Riobamba, ¿las niñas, adolescentes y mujeres están seguras?
Los últimos acontecimiento han generado nuevos análisis y, probablemente, inquietudes hacia los padres de familia. ¿Las niñas se encuentran seguras en los ambientes educativos?, ya sean públicos o privados. La semana anterior, se reportó la presunta violación de una niña de la Unidad Educativa Luis Napoleón Dillon, en Quito. La agresión se daría por parte del chófer de la buseta en la que se transportaba hacia el colegio. Mientras ella, llorando, desesperada, le acusaba de haberla violado, él argumentaba que eso le pasó “por borracha”.
A nivel local, se hizo público un presunto caso de abuso por parte de un docente hacia una niña, tras una jornada de “clases de refuerzo”. Al presunto agresor se lo conoce como Alex R., por eso es imperativo preguntar: ¿cómo se protege a las niñas de la execrable violencia sexual?