María Caridad se encontraba en su casa, jugando con sus hijas, de lo más tranquila. Cuando escuchó que a su Whatsapp llegó un mensaje. Al abrirlo, evidenció que, debido a la confianza, debe ser alguien conocido. “Hola, ¿cómo estás? Cuéntame como va todo. ¿Cómo van las cosas por esos lados? Espero que te encuentres bien. Te mando un saludo a la distancia”, eran las frases que el habían enviado. Ella, curiosa, preguntó ¿quién es? De manera inmediata le dijo que se trataba de su tío José. En Riobamba la alerta por las estafas virtuales aumenta.
Caso. Al principio le saludó. Preguntó cómo estaba. Luego, “su tío” le pide que le haga un favor. Que reciba un paquete porque él no lo puede hacer. Quien envía los mensajes por Whatsapp le explica que debía recibir esta encomienda un amigo, porque él todavía no puede viajar, pero que a último rato le ha dicho que no puede, por tanto, pensó en ella. “Los de la agencia me dicen que tengo que hacer un cambio de destinatario, mija”, dice el mensaje.
Luego manda la foto de una caja, con una supuesta guía encima. Después de ello el supuesto tío le dice que se fije en el tamaño para que busque un espacio donde “encargarle” esta encomienda. A continuación el antisocial le dice que son los de la agencia quienes están solicitando algunos datos para validar la entrega.
Realidad. Es ahí donde piden los supuestos familiares cédula, número de cuenta, dirección y otro tipo de información más, para ejecutar la estafa. El capitán Santiago Pontón, jefe de la Policía Judicial en Chimborazo, dio a conocer que hoy por hoy, por el uso masivo de las redes sociales y de aplicaciones de mensajería, se están registrando delitos tecnológicos.
“Se está socializando con la ciudadanía un sinnúmero de delitos tecnológicos que se están registrando. Se les solicita depósitos a cuentas, generando un perjuicio económico a las personas que son objeto de este tipo de delito”, comentó el uniformado, quien explicó que hoy por hoy las personas publican en las redes sociales mucha información personal, la misma que es captada por los presuntos infractores para utilizarla.
Se revisan fotografía, se verifica la vinculación familiar de cada persona y al tener este conocimiento, por medio de los números de contacto que se posee, entablar conversaciones, haciéndose pasar por familiares que están en el extranjero, que están por llegar, que han sido secuestrados o que han sido detenidos en algún operativo policial.
Información. Según Pontón, se ha reportado que por medio de este tipo de mensajes, lograr que las personas, al pensar que en serio se trata de algún familiar, les hacen depósitos de dinero.
También se ha detectado que los antisociales, se insiste, haciéndose pasar por algún familiar, les dicen a las posibles víctimas que se les ha retenido alguna mercadería.
A los pocos minutos llaman de la supuesta empresa de entrega para decirle a la persona que debe depositar tal cantidad de dinero para poder despachar la mercancía de su familiar.
Pontón recordó que una empresa legal nunca va a pedir este tipo de información. Pidió a la ciudadanía el mantener su vida personal lo más alejada de las redes sociales, porque siempre habrá quien esté al acecho de beneficiarse de esta información.