La Policía Nacional encontró el carro incinerado del sacerdote, Enrique Arcos, quien fue encontrado sin vida.
La tarde del lunes 4 de noviembre, la Policía Nacional confirmó el hallazgo del vehículo del sacerdote Enrique Arcos, quien fue encontrado muerto un día antes con signos de violencia en Salcedo, Cotopaxi.
El vehículo, completamente incinerado, fue abandonado en un camino de tercer orden en la vía hacia la parroquia Lloa, al sur de Quito.
Enrique Arcos, de 53 años, fue reportado como desaparecido el 30 de octubre en Ambato.
Su desaparición y posterior hallazgo han causado conmoción y una ola de mensajes de solidaridad en redes sociales, con una comunidad que exige respuestas por el brutal crimen.
Madre del sacerdote fue atada durante un robo a su casa
Las investigaciones indican que Arcos habría estado acompañado por tres hombres el día de su desaparición.
Uno de ellos, identificado como un vendedor de caramelos, es considerado un posible testigo clave, y esto ha llevado a las autoridades a realizar cerca de 20 allanamientos en Ambato y Quito en busca de más pistas.
En un hecho inquietante, la casa de Arcos fue allanada por delincuentes tras su desaparición. Se cree que estos lograron ingresar sin forzar la entrada.
La madre del sacerdote, Rebeca Sevilla, de 93 años, estaba en la casa y fue atada durante el allanamiento. Sin embargo, tras la partida de los delincuentes, Sevilla logró liberarse y pedir ayuda.
Las autoridades continúan trabajando intensamente en el caso, que ha estremecido a la ciudadanía y puesto el foco en la seguridad en la región.