Riobamba/ El domingo, por el centro de la urbe, apurados caminaban esposos, hijos y familiares de mujeres que esperaban en el hogar para los festejos en el marco del Día Universal de la Madre. Así, a pesar de las restricciones de movilidad, no podían pasar desapercibidos los festejos en honor a la reina de los hogares de los riobambeños.
Regalos. Globos, ramos de flores y otros detalles llevaban ciudadanos a sus hogares para festejar a la “dueña de la existencia”, mamá. Pero el festejo debía completarse con un pastel, de esos que provocan unión, alegría y amor. Sin embargo, muchos se quedaron sin estos deliciosos productos de harina, puesto que la demanda fue alta. En el norte de la urbe, Francisco Sarabia no alcanzó a conseguir “una golosinita” para festejar con los 5 miembros de su familia, y aunque lamentó no encontrar uno hasta esa hora, no se desanimó y decidió seguir buscando. Este ciudadano explicó que recorrió algunas panaderías, sin embargo, ya no quedaban pasteles. Otras personas prefirieron comprar dulces como duraznos o frutas en almíbar para completar los festejos