De los 17 candidatos presidenciales para las elecciones de 2025 en Ecuador, solo Daniel Noboa y Luisa González son conocidos por la mayoría del electorado. Conoce más sobre los aspirantes y las encuestas actuales.
En las elecciones presidenciales de 2025 en Ecuador, de los 17 candidatos que se postulan para Carondelet, solo Daniel Noboa y Luisa González son conocidos por un porcentaje significativo de la ciudadanía.
El resto de los aspirantes son desconocidos para al menos el 80% del electorado.
Candidatos reconocidos vs. desconocidos
Entre los 17 precandidatos, solo dos tienen una amplia visibilidad:
- Daniel Noboa: Con un reconocimiento de alrededor del 60% de la población y una intención de voto del 32,4%.
- Luisa González: Con un 60% de reconocimiento y una intención de voto del 25,4%.
Los demás candidatos tienen un bajo nivel de reconocimiento, con intenciones de voto que rondan entre el 1,2% y el 0,10%.
La mayoría de los candidatos han surgido de nuevos movimientos o han cambiado de partidos.
Solo unos pocos, como Jorge Escala (Unidad Popular), Leonidas Iza (Pachakutik) y Luisa González (Revolución Ciudadana), tienen una trayectoria política significativa.
Otros candidatos, como Henry Kronfle y Eduardo Sánchez, son relativamente nuevos en la política nacional, mientras que algunos buscan satisfacer aspiraciones personales más que políticas.
El correísmo, liderado por Luisa González, enfrenta el desafío de superar el umbral del 40% de votos en la primera vuelta, algo que no ha logrado desde 2013.
Aunque Rafael Correa sigue siendo una figura influyente, el correísmo no ha logrado recuperar el poder presidencial en las últimas elecciones.
El actual presidente Daniel Noboa ha visto fluctuaciones en su popularidad, alcanzando un 55,6% en agosto según encuestas de Comunicaliza.
Su ventaja como presidente en ejercicio le da una posición favorable, pero el panorama sigue siendo competitivo.
A medida que se acerca la elección, Daniel Noboa y Luisa González se perfilan como los principales contendores.
Sin embargo, la situación política es dinámica, y siempre hay espacio para sorpresas en el tablero electoral.