El entrevistado no dio señal de vida: En una ocasión viajé hasta la parroquia San Andrés para hacer una cobertura periodística con motivo de una programación y agasajo navideño por parte de la reina de Guano, en esa jurisdicción, pero como no llegaba la soberana de los guaneños de aquel entonces traté de aprovechar el tiempo y me acerqué a conversar con una adulto mayor que estuvo sentado en el parque Central y hablamos de la Navidad y del apoyo solidario, pero luego, al revisar la grabación, se escuchaba un ruido y las fotografías desaparecieron, solo estaba la banca, dijo Rafael Salguero.
¿Ha tenido algunas vivencias sobrenaturales en el ejercicio de la profesión o su vida personal?
En una ocasión estuve ejerciendo la actividad periodística y me enviaron a una cobertura en la parroquia San Andrés, donde la reina del cantón Guano iba a realizar un agasajo a los niños con motivo de la Navidad, pero como aún no llegaba me acerqué a conversar con un adulto mayor que se encontraba sentado en una banca del parque Central de la mencionada localidad.
Hablamos del apoyo a los niños, de las necesidades de la parroquia, de la Misa del Gallo que se celebra la noche del 24 de diciembre y, con el afán de ayudarle al adulto mayor, fui a la tienda a comprar pan para entregarle, pero… ¿qué sorpresa?, al regresar ¡ya no estaba!
¿Qué sucedió?, ¿trató de averiguar a los vecinos sobre el entrevistado?
Pregunté a todos los vecinos y nadie había visto al adulto mayor, y me quedé con el pan, porque ya no le pude entregar. Después que hice la cobertura del evento regresé a Riobamba y para empezar la redacción de la noticia con la entrevista al adulto, y resulta que no se escuchaba nada, era solo un ruido, y para confirmar que hice la entrevista revisé la fotografía que le había tomado, y solamente estaba la banca donde estuvo sentado el hombre de la tercera edad de la añeja parroquia.
¿Le creyeron lo que estaba diciendo?
No, creían que estaba loco, pero, por la vestimenta que le describía que estaba puesto el entrevistado, algunos le asociaban a que era San Isidro Labrador; sin embargo, por mi formación religiosa o afinidad a la parte evangélica no estaba convencido de que era un santo, pero fue una experiencia muy extraña.
¿Cómo era el entrevistado con el que dialogó?
Era una persona de avanzada edad, en la entrevista hablamos sobre la Navidad, pues era en diciembre y le había preguntado ¿qué es lo que esperaba él en dichas festividades?
¿Qué le respondió?
Él me había dicho que una persona adulta no necesitaba nada, sino más bien nos pedía que nos ocupemos de los niños y, sobre todo, de los infantes que menos tienen, porque los niños tienen la ilusión de recibir cosas en estas fechas especiales.
Cuando le preguntaba ¿cuáles eran las costumbres y tradiciones en las cuales celebraban ellos en sus tiempos de más jóvenes y hacía mención de la importancia que era la Misa del Gallo y de cómo se preparaban las mejores galas para asistir a la Misa del Gallo, entonces, me separé de él un momento para comprarle unos panes, lo vi como una persona necesitada, pero al regresar ya no estaba en el sitio donde se encontraba descansando.
¿Fue un misterio la desaparición?
Como era época de Navidad en el lugar estaba circulando un gusanito para hacer pasear a los niños y el conductor me dijo que no había visto nada, y por tanto me quedé con el pan.
¿Hubo algún reclamo de las religiosas del sector por el tema?
Cuando llegué al periódico, y como no me creía nadie no publiqué, pero a José Palacios, que era el encargado de Crónica, le pareció interesante publicar con base a la conversación que tuve con el adulto mayor, y realizó una publicación sobre el misterioso personaje que hablaba de la Misa del Gallo; entonces, una vez que salió publicada la noticia, dos días después vino el párroco que estaba en San Andrés, acompañado de dos religiosas que portaban una estampa que no era de un santo, pero tenía el vestuario tal como yo les había descrito. Sombrero de paño, un saco negro, era tal como estaba descrito en la noticia…
¿Qué dijo la comisión de religiosos?
Que debería sentirme alegre por el hecho de que un santo se me haya aparecido, sin embargo, siempre he tenido esa duda y confrontación. No es que no crea, eso sucedió…