El emprendimiento de los ceviches “Myli” empezó hace 10 meses, Myriam era empleada por 17 años y Ligia por 28 años y en medio de la pandemia decidieron dejar se ser empleadas e instalar el negocio, y en estos días abrieron la primera sucursal en la calle Pichincha y Veloz. El emprendimiento es un tanto arriesgado.
Myriam Cárdenas considera que es muy arriesgado emprender en tiempo de crisis, pero que lo han hecho porque necesitan sobrevivir y la mejor manera de encontrar empleo es emprendiendo su propio negocio.
¿Qué nos puede comentar sobre los emprendimientos en la ciudad de Riobamba?
Es un poco arriesgado emprender en tiempo de crisis por la pandemia, pero nos damos cuenta que la persona que no se arriesga no tendrá la oportunidad de superarse. Luego de trabajar 17 años como empleada en la misma actividad, decidí conjuntamente con mi compañera de trabajo con 28 años de experiencia en la misma labor emprender el negocio y después de 10 meses hemos logrado crear la primera sucursal, sabemos que es difícil pero con esfuerzo se puede salir adelante, solo hay que poner entusiasmo y amor a la actividad que se viene desarrollando.
¿El objetivo del emprendimiento es salir adelante con algo propio?
La idea es surgir con esfuerzo, superar en todo sentido de la palabra, porque las necesidades se mantienen.
¿Será que la pandemia perjudicó a todos? ¿en qué medida les ha afectado a ustedes?
Nosotros hemos sido unas personas muy arriesgadas, porque en plena pandemia dejamos nuestros empleos y decidimos instalar nuestro negocio, pero más fue la necesidad de sobrevivir porque somos cabezas de hogar de este emprendimiento dependemos cuatro familias, mi nuera se encarga de los jugos y colas, la señora que nos colabora en las diarias actividades.
¿Considera que van mejorando los ingresos en el negocio que emprendieron hace poco?
Podríamos decir que es estable, como católicos encomendamos a Dios y sí nos va muy bien, pedimos al Señor que dé la salud y luego que mejore el trabajo.
¿Ponen mucha fe?
Confiamos que sí podemos superar pero trabajando día a día con mucha esperanza. Donde trabajábamos nos pagaban, pero todo tiene un límite hasta donde se puede estar, por lo tanto nos cambiamos y aquí estamos saliendo adelante con toda la esperanza que vendrán días mejores. Tenemos toda varidad de ceviches como: cuero, oreja, pollo, los mixtos, los que no tienen ni cuero ni pollo, hay volqueteros, también ceviches de concha, pescado y camarón.
¿Cuál es la diferencia de empleada a emprendedora del negocio?
Sí hay una diferencia, el momento que está trabajando a uno le pagan y punto. En cambio al estar en calidad de emprendedor o dueño, pone todo el esfuerzo físico, emocional y moral, así como hay momentos difíciles existen momentos muy buenos. Lo cierto es que estamos en la lucha.
¿Hay días complicados en el trabajos?
Sí, hay días muy complicados, y la pandemia nos afectó a todos, porque mucha gente a perdido a sus seres queridos, muchos han perdido trabajos y por eso podemos asegurar que la pandemia nos ha afectado en gran magnitud, y nos sigue perjudicando porque el hecho de estar vacunados no significa que ya estamos libres de un contagio del virus.
¿Qué nos podría decir a los jóvenes con su experiencia de vida?
Que terminen los estudios, el trabajo no es malo, pero todo a su debido tiempo, yo me arrepiento el no haber terminado los estudios estuve a punto de ser licenciada y dejé ahí.
¿El empeño es el que vale la pena?
Jamás tenemos que darnos por vencidos, no tenemos que pesar en el que dirán de la gente, siempre tenemos que avanzar con los brazos adelante, hay que arriesgar y seguir luchando, hay que ser constantes y perseverantes. No es verdad no hay donde trabajar, lo que pasa es que tenemos que saber trabajar, en mi caso he trabajado en el bar de la escuela,, en los ceviches, y por eso no se nos hace difícil el trabajo. No soy joven pero la lucha es diaria; la edad no impide que emprenda un determinado negocio y tenga mucho éxito en el mismo.
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