Ya se cumplen, a día de hoy, ocho días de movilización, dirigida por la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador. Durante estos días se han presentado varias acciones en las que las emociones se caldean aún más, y se vería lejos la llegada a un diálogo y a un acuerdo entre el Gobierno y la CONAIE. Aquiles Hervas, analista político y abogado, da su perspectiva sobre el tema. ¿Todo conflicto desemboca en el diálogo? El diálogo es inevitable en el paro.
¿El Gobierno minimizó el llamado a las movilizaciones?
Durante esta semana se ha demostrado un muy mal manejo de la gestión del conflicto, por parte del Estado ecuatoriano. El Ejecutivo no ha dado muestras de poder sobrellevar lo que históricamente ha sido, en el país, una tendencia a la movilización social. Esto en circunstancias en las cuales, el pueblo no encuentra otro mecanismo de participación, de acercamiento de sus propuestas hacia sus necesidades. No es algo nuevo, es algo que ha caracterizado los 200 años de nuestra historia republicana. Por supuesto, los Gobiernos se han visto abocados a tener o no sistemas de gestión de conflictos. En el actual hemos visto una nula o muy deficiente gestión de conflictos. No existen ni mecanismos institucionales, ni mucho menos habilidad para generar estos espacios, por los cuales, se pueda evitar que el conflicto suba, se eleve gradualmente y más bien, al contrario, lo han exacerbado. El tablero queda incendiándose, mucho más de lo que posiblemente hubiera sucedido en el primer llamado a las convocatorias de movilizaciones.
¿El Gobierno se arrinconó tras la detención de del dirigente Leonidas Iza?
Efectivamente la detención de Leonidas Iza es un desacierto sin precedentes. Pero, principalmente, desde una mirada constitucional es una violación a los derechos constitucionales que tenemos todos los ciudadanos. Hay que darle esa primera lectura. Y, después en términos estratégicos es un desacierto inmenso, porque lejos de procurar gestionar el conflicto, lo que provoca es exacerbarlo mucho más. El resultado es lo que tenemos ahora: una semana completa de una movilización que no ha menguado. Yo diría que se ha vuelto un poco más complicada de resolver. El término del uso de la violencia podría ser relativo. ¿Dónde se genera la violencia? ¿La violencia se genera en el acto de los manifestantes o la forma en la que reacciona el Gobierno frente a la movilización social como un derecho a la resistencia? Yo pienso que, lo que es un elemento clave, es que se ha calentado más el conflicto con esta detención.
¿Cómo funcionan las dirigencias indígenas?
Las respuestas siempre hay que encontrarlas en la historia. Solo, con esta, sería la segunda ocasión que detiene un Gobierno a un presidente de la CONAIE en funciones. La anterior ocasión fue con Vargas y, prácticamente, el Gobierno de Palacio, entre otros factores, cayó. No es un acierto detener al líder principal en momentos de confrontación. No es esto una guerra. Si lo fuera, asesinar a la cabeza del otro lado, deja descabezado el proceso. Esto es un conflicto que debe ser gestionado socialmente con herramientas políticas. Segundo, no se han comprendido las estructuras de funcionamiento de las comunidades indígenas.
¿Cómo son éstas?
Hay dos características importantes. Primero, no es cierto que son primariamente agresivas. Después de haber trabajado 10 años con comunidades indígenas, se puede poner como ejemplo los procesos de jurisdicción en el tema de la Justicia Indígena. El 80% de los procesos de Justicia Indígena, se resuelven por acuerdos. Y, segundo, las comunidades indígenas tienen una estructura comunitaria inmensa. No necesariamente las cabezas determinan el accionar de sus colectivos, sino que, si tú detienes a la cabeza, tienes diez más que están focalizadas y sostienen la decisión que haya tomado la Asamblea. Por lo tanto, a todas luces, es otro error más el haber pensado que, sobre las reglas de guerra, descabezar al contrincante podría ser el mecanismo para acabar con el conflicto.
¿El Estado de Excepción decretado está enmarcado en la Constitución?, ¿responde a un principio de necesidad?
Para este Estado de Excepción considero, sin mucho temor a equivocarme, que la Corte Constitucional de este país va a razonar de manera parecida: Este Estado de excepción no logra justificar la magnitud por la cual está siendo ordenado. Hay restricciones de asociación, reunión, de movilidad. Y peor si hubiera pasado el borrador que se filtró. Son limitaciones que se pueden dar en Ucrania, si estás en una invasión inminente. En este caso, tienes un sector de la sociedad que está indignado, molesto y que está tratando de hacer sus malestares. Por lo tanto, la idea es encontrar los canales para viabilizar los ejercicios de diálogo. El Estado de excepción no logra cumplir con el test de proporcionalidad, porque los derechos que está restringiendo no se justifican para el nivel de conflicto que, incluso, está focalizado.
¿Qué camino tomará el país luego del paro?
Finalmente, todo conflicto termina llegando al diálogo. Es inevitable. La gran duda es cómo logras, con habilidad de estadista y de gobernante hacer que el diálogo sea más rápido.