¿El delincuente nace o se hace? Factores como la pobreza, la educación y el entorno social juegan un papel crucial en su formación
El robo se considera uno de los delitos más frecuentes en el mundo, y su estudio ha generado debates sobre las razones que impulsan a una persona a cometerlo.
En la mayoría de los casos, los ladrones roban por necesidad.
Es por esta razón que en naciones pobres hay mayor cantidad de robos que en naciones prósperas.
Desde la necesidad económica hasta las influencias sociales, los factores detrás de este comportamiento son complejos y multifacéticos.
En muchas ocasiones, las carencias económicas son un factor determinante para el surgimiento del comportamiento delictivo.
Individuos en extrema pobreza, sin acceso a recursos básicos como alimentos, vivienda o empleo, frecuentemente recurren al robo como una estrategia de supervivencia.
Dorys Puente, especialista en criminología, explicó que las necesidades básicas son el principal impulsor del comportamiento delictivo.
Las razones psicológicas detrás de la decisión de una persona de robar varían ampliamente e incluyen factores económicos, sociales o personales.
En ciudades como Riobamba, donde los índices de pobreza son altos, se observa que los jóvenes de barrios marginales son los más propensos a involucrarse en actividades ilícitas.
Esto se debe a la falta de oportunidades educativas y laborales, que deja a muchos sin alternativas para satisfacer sus necesidades.
Según datos recientes, Ecuador registró 61.504 denuncias de robos entre enero y noviembre de 2024, lo que representa un promedio diario de 184 delitos.
Adicionalmente, un estudio de CID Gallup de enero de 2024 reveló que el 47% de los ecuatorianos afirmó haber sido víctima de robo o asalto en los últimos cuatro meses, lo que los coloca en primer lugar en América Latina junto con Perú.
Aunque la necesidad económica es una causa significativa, no es el único factor y la sociedad forma parte de su formación en actividades anteiormente mencionadas.
La desintegración social, la falta de modelos a seguir y la normalización de la violencia contribuyen a que el robo se perciba como un comportamiento aceptable o habitual.
Dorys Puente indica que los entornos con alta criminalidad, junto a estructuras de apoyo débiles como la familia y la escuela, fomentan conductas delictivas.
En estos escenarios, las personas pueden ver el robo como una opción válida cuando no cuentan con otros recursos.
Los delincuentes no nacen, se forman
La idea de que los delincuentes nacen con una predisposición al crimen ha sido ampliamente desmentida.
En la mayoría de las acciones delictivas, estas son producto de problemas sociales como el económico.
Es decir, un niño que crece en un entorno donde la violencia y la delincuencia son más frecuentes, donde las oportunidades de educación y trabajo son escasas, tiene más probabilidades de recurrir al robo.
Por el contrario, un entorno positivo, con acceso a educación y empleo, reduce considerablemente estas probabilidades.
Estudios han explorado la relación entre la pobreza y el crimen violento en Ecuador, sugiriendo que las condiciones económicas adversas aumentan la propensión a actividades delictivas.
Entender las causas del robo requiere un análisis profundo de las circunstancias económicas y sociales que rodean a las personas.
«Trainspotting» Muestra la vida de jóvenes atrapados en el mundo de las drogas, explorando cómo el entorno y las decisiones personales pueden llevar a la delincuencia.