A los 46 años de edad, Rosa Bolivia Canales Cevallos, exintegrante de la Asociación de Árbitros Profesionales de Chimborazo, recibió el llamado del Señor luego de una larga lucha con una enfermedad terminal. El arbitraje está de luto a nivel nacional, pionera del arbitraje femenino de Ecuador, falleció.
Perfil. Su afición al fútbol fue desde muy pequeña, y su sueño fue pisar una cancha y dirigir a jugadores. A los 18 años de edad, emigró a la ciudad de Riobamba desde su natal Marcelino Maridueña de la provincia de Guayas, un año más tarde se graduó de árbitro profesional.
“Rosita”, como se le conocía, inició dirigiendo desde el fútbol amateur hasta que logró llegar a la primera categoría en el arbitraje profesional y en 1998 cumplió su sueño; como asistente dirigió encuentros de la serie A y B del balompié nacional.
En esa misma temporada (1998) Rosita logró otro de sus objetivos, ser árbitro asistente FIFA, con este título, años después, se convirtió en la única mujer árbitro del país que haya estado como cuarto juez en un partido de Copa Libertadores, cuando Centro Deportivo Olmedo disputó el certamen internacional.
En el 2004 fue seleccionada por la FIFA para participar en el Mundial Femenino Sub 19 de fútbol en Tailandia. A sus 38 años de edad, empezó a sufrir lesiones musculares y consideró que era tiempo de retirarse de la actividad y el 1 de enero del 2012 puso la renuncia.
Luego, Rosita inició su etapa como instructora de árbitros en la Federación Ecuatoriana de Fútbol en la Comisión Nacional de Arbitraje.
En mayo del 2019 empezó a sentir dolores en la pierna y en septiembre se agudizó el problema sin llegar a ser detectado. Una tomografía, realizada en noviembre, detectó el cáncer y la gravedad de la complicación y durante ese tiempo estuvo en tratamiento.
Solidaridad. A inicios de esta temporada, con la noticia que se generó, la Asociación de Árbitros Profesionales de Chimborazo, emprendió una ayuda solidaria con el fin de apoyar a Rosita, los socios no dudaron y extendieron su mano para entregar una ayuda económica que en algo venga a ayudar los gastos médicos que representaba su enfermedad.
Ayer, dejó de latir el corazón de Rosita y deja un profundo dolor en su hija, familiares y de quienes tuvimos la fortuna de conocerla, que Dios le tenga en su gloria.