Bancos familiares es la práctica que una entidad social internacional ha planteado para ayudar a las personas a que puedan ahorrar y también obtener créditos con su propio capital para evitar problemas de sobreendeudamiento o generar relaciones con usurero; asimismo, es una práctica que fomentaría educación financiera. El ahorro es base de la educación financiera.
Contexto. Celia Calle, jefa del proyecto ‘Ahorra para aprender’, indicó que la entidad social española ‘Savinco’ llegó a Ecuador en el año 2014 y es cuando conocieron una comunidad en la provincia de Santa Elena que se reunía para ahorrar y, entre ellos mismos, otorgarse créditos; es así que vieron en esta práctica de la región Costa llamada ‘banquito popular’, potencial, por ello invirtieron recursos y añadieron otros servicios para, así, hacer de esta práctica un banco familiar que permita sostener la economía de las familias más vulnerables.
Fin. El objetivo del proyecto es mejorar la calidad de vida de los socios mediante educación financiera y luchar contra la vulnerabilidad económica, creando un hábito de ahorro y facilitando el acceso a crédito en grupos de confianza. Otro fin es evitar el sobreendeudamiento de las personas con entidades financieras o que se dirijan a los usureros.
A saber. Irving Cochea, jefe del proyecto en Chimborazo, anotó que los grupos son de 15 hasta 40 personas, se reúnen una vez al mes y deben hacer un aporte de una acción equivalente a 15 dólares para formar el capital social; también en estos encuentros se otorga los créditos con el mismo capital que los socios aportan mensualmente. La tasa de interés es regulada por el Banco Central del Ecuador que, al final del período de 12 meses, será repartido entre los socios.
Es importante considerar que entre el grupo se forma la directiva, quienes en gran medida serán los encargados de administrar el dinero, ya que la entidad no lo toca. A su vez, dijo que cuentan con un asesor financiero para cada grupo, para todo llevarlo claro.
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