Educación Superior Chimborazo: Primero, la educación es un derecho humano y fundamental, en segundo lugar la universidad ecuatoriana ha cumplido o está cumpliendo su rol de educar a los jóvenes del país, pero sí hay que diferenciar lo que es el pregrado y lo que es el posgrado, dice Javier Guaraca, doctor en Jurisprudencia, especialista en Derechos Humanos y catedrático.
A su criterio, ¿la universidad ecuatoriana está o no en deuda con la sociedad?
Todas las personas, por así decirlo, somos copartícipes del problema social, económico, jurídico y educativo que existe en el Ecuador, porque hemos sido cómplices de todos los acontecimientos que han sucedido.
¿A qué se debe esto?
A que el sistema estatal, básicamente, es aquel que está obnubilando o, prácticamente, dañó el aspecto emocional de las personas porque no existe una verdadera educación, esto tratándose desde la Educación Básica, el Bachillerato y la Educación Superior, es decir, el Estado no ha cumplido con su rol de pragmatizar la educación en valores, principios, ética profesional y educativa.
Desde diversos sectores se dice que la universidad es únicamente “una fábrica de títulos”…
Antes existían universidades que, prácticamente, con la erogación o pago de dinero otorgaban el título; pero, afortunadamente, luego de un diagnóstico, de un análisis y una evaluación esas universidades fueron cerradas, y a través de una ley, promulgada
por la Asamblea Nacional, esas instituciones de Educación Superior fueron extinguidas. .
Pero, hay profesionales que “gritan a los cuatro vientos” sus títulos, pero no saben ni escribir su nombre…
Efectivamente, hay profesionales que, justamente, por la mediocridad de cierta Educación Superior y de la educación estatal, pero no en todos los casos, sí en una gran mayoría, no cumplen con su rol. Como anécdota puedo decir que un PhD de una prestigiosa universidad o institución de Educación Superior escribió con faltas de ortografía, pero, básicamente, lo que sucede es que en la Educación Superior siempre ha existido un tinte político, y en la actualidad me atrevo a decir que ese chip está siendo instalado en las mentes de las personas, porque no se debate, no se construye, no hay criticidad, no hay reflexión para construir una verdadera educación de calidad, eficiente, eficaz y, más que nada, una educación crítica, como lo proponía el pedagogo Paulo Freire, por ejemplo.
La universidad no lo es todo, ¿el estudiante debe autoeducarse?
La situación de autopreparación, de autodidactismo es fundamental. Se puede encontrar capacitación individual, a nivel de experiencia, porque es importante recordar que la educación es un proceso, en el que intervie nen las personas (estudiantes),
instituciones, las autoridades y, fundamentalmente, la familia, y luego de aquello los profesionales tienen que servir a la sociedad, es decir, tenemos que contribuir para que haya una sociedad más justa.
En este contexto, es de mencionar que, por ejemplo, en la Educación Superior no existe una crítica al sistema político, al sistema educativo, pues, básicamente lo que se trabaja es en función a los planes y programas que desarrolla el Estado, pero, en esos momentos el Estado comete atrocidades.
Puede citar un ejemplo…
Encontramos el caso en el cual el Ecuador fue sentenciado porque un docente abusó sexualmente de una menor en una de las instituciones de la Costa, me refiero al caso Guzmán Albarracín, producto del cual una niña se suicidó porque quedó embara-
zada por un profesor y abusada por otras personas de la misma institución..
Se han dado casos en que profesores “dan haciendo” las tesis…
Eso es bajo todo punto de vista deplorable, criticable, censurable… vemos que aquellas personas, profesionales que cometen
esas acciones es por un asunto o ambición de tipo económico. Es grave mencionar esto, pero es la verdad, y lo que debemos instituir o promulgar y valorar es que el propio estudiante realice su trabajo académico de titulación, porque aquella persona, con
errores o aciertos, va aprender hacer su trabajo y valorar lo que necesita, y en función aquellos errores, aquel sacrificio que le demanda el estudio, va a ser un profesional útil para su familia y para la sociedad..
La universidad no es el fin, ¿el profesional debe seguirse capacitando?
Por supuesto, en la educación la persona tiene un don innato, porque aprende desde el mismo momento que nace hasta el momento en que fallece, eso significa que se debe capacitar, educar de forma crítica, con el objetivo de ser una buena persona, un excelente profesional que sirva a la sociedad, y ese es el rol fundamental de la universidad: que sea una persona crítica, una persona constructiva y que, en base justamente a esos elementos, pueda contribuir al desarrollo de un país y no verse involucrado en actos deplorables como la corrupción, y para eso debemos capacitarnos y formarnos de manera constante, diaria y continua.