Educación en Violencia de género/ En la presente y la próxima generación no se podrá cambiar el problema de la violencia porque hay roles y estructuras definidas, dijo Anabel Mancheno.
¿Qué nos podría comentar sobre el problema de la violencia hacia la mujer?
En el área jurisdiccional nos preocupa mucho el aumento de la prevalencia en algunos contextos y también la gravedad de las consecuencias para las víctimas; también nos preocupa la impunidad en la que quedan muchos de estos casos.
¿Qué hacer para buscar alguna solución a esta problemática social?
El Estado debería implementar políticas públicas, y una de ellas está compilada en la legislación nacional, se encuentra prevista la Ley Orgánica Integral para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres.
La normativa no solamente se refiere a lo jurisdiccional sino a otros ámbitos como el educativo, laboral, estatal, para erradicar la violencia tanto en el ámbito público como en el privado, esto nos lleva a un trabajo sistemático entre varias instituciones, a fin de garantizar y trabajar en varios ámbitos en la prevención desde la educación, la salud adecuada, desde la capacitación, luego en la sanción, es a fin de evitar la impunidad y en la erradicación también en el ámbito jurisdiccional de la mano con otras instituciones, como los servicios de salud, en el otorgamiento en las medidas de reparación integral para que este tipo de hechos no vuelvan a cometerse nunca más.
Cuáles son las consecuencias de la violencia a la mujer en los hogares?
Las consecuencias son graves, no solamente para las mujeres sino para toda la sociedad, primero para la familia, como el núcleo de la sociedad.
La mujer es víctima directa de la violencia, mientras que los hijos son víctimas indirectos y esto tiene muchas implicaciones: en el caso de las niñas crecen con esos paradigmas estableciendo roles de género, roles que le identifican y relacionan con la violencia, eso le viene a normalizar la violencia, esto quiere decir que niños y niñas que ven a su madre agredida por su padre, pues, lo repetirán en el futuro, luego también dentro del organismo muchísimas víctimas de violencia son afectadas profundamente en su salud física en el tema de presentar lesiones que les generan discapacidades y no pueden cumplir con sus actividades cotidianas en el hogar y también afectación en su salud psicológica, y esto implica una afectación para todo el grupo familiar, de la misma forma en el ámbito laboral, si una mujer presenta problemas de salud como consecuencia de la violencia de género que hace que ella no va a poder desarrollar adecuadamente sus labores en sus funciones laborales y se replica en otros espacios donde la mujer se desarrolla en educación, en espacios deportivos y en la sociedad en general.
¿Cuál es la realidad estadística del problema de la violencia de género?
La información actualizada al 2020 nos indica que aproximadamente 7 de 10 mujeres son víctimas de violencia de género, de esa violencia se identifica que el 33% pertenece a violencia física, 22% a violencia psicológica, 39% que es un dato alarmante pertenece a violencia sexual, 4% son femicidios, los datos determinan que desde el inicio de la pandemia casi cien mujeres han sido víctimas de femicidio, además un dos por ciento corresponde a una tentativa de femicidio.
¿Qué se debería establecer para prevenir los actos de violencia?
A mi criterio en términos generales es trabajar en educación, posiblemente nuestra generación y la que nos sigue no van a tener cambios estructurales porque ya tienen roles asignados y establecidos por la sociedad en la que se visibiliza al hombre como la figura social y pública, el hombre trabajador, en donde a la mujer se le identifica como la ama de casa siempre al cuidado de los niños y siempre con actividades netamente domésticas, esto genera una situación de discriminación en donde el hombre se siente superior a la mujer y además hay el ejercicio de poder, inclusive, reflejar en la violencia. Es necesario trabajar en los niños y en los jóvenes para romper estos roles, y así establecer los principios de igualdad. Sabemos que hombres y mujeres somos exactamente iguales con las mismas competencias y roles, lo único que diferencia es la parte biológica, por lo que ninguno de los dos pueden ejercer el principio de poder, ni de supremacía absoluta.
¿Será que en la pandemia se agudizó el problema de la violencia?
El confinamiento ha afectado mucho, porque la mujer no ha podido salir a pedir auxilio.