Ecuador vive en la oligarquía de Daniel Noboa, según la candidata Verónica Silva. Y expone su propuesta de trabajo si gana las elecciones.
En una reciente entrevista en la Palanketa, Verónica Silva, candidata a la vicepresidencia por el Partido Socialista Ecuatoriano, cuestionó la influencia de Daniel Noboa, y la oligarquía que presuntamente domina en las decisiones gubernamentales de Ecuador.
Influencia de Daniel Noboa y sus negocios en los fondos públicos
Según Silva, estas élites han utilizado el poder estatal para favorecer sus propios intereses, dejando de lado las necesidades de las comunidades y sectores vulnerables.
Además, la candidata señaló que la crisis energética actual es un reflejo de la falta de mantenimiento en proyectos clave como las hidroeléctricas.
A su juicio, esta situación afecta directamente a la producción y la calidad de vida de los ecuatorianos. Mientras el gobierno de Daniel Noboa, presuntamente no ofrece soluciones claras ni efectivas.
En el ámbito de seguridad, Silva fue contundente, pues menciona que las políticas actuales han sido ineficaces. Replicando modelos que no han funcionado en países como México y Colombia.
Propone un enfoque integral que incluya una mayor inversión social para atacar las raíces del problema, como la falta de oportunidades para los jóvenes que los lleva a caer en manos del crimen organizado.
Propuestas de trabajo para Ecuador
Según Silva, para solucionar esos problemas propone trasladar la vicepresidencia a Chimborazo para descentralizar el poder.
Su plan busca transformar esta provincia en un polo de desarrollo económico y social, aprovechando su ubicación geográfica en el centro del país.
Para ello, se compromete a invertir USD 400 millones en infraestructura vial y conectividad, con un enfoque en mejorar el acceso entre la Sierra y la Costa, fomentando así el comercio y la producción regional.
Fomento al empleo y desarrollo económico en Ecuador
Silva plantea conectar directamente a los graduados universitarios con el mercado laboral, a través de alianzas con el sector privado y el gobierno.
También propone incentivos para atraer inversión extranjera y nacional, argumentando que la falta de confianza en el país ha llevado a muchos empresarios a migrar hacia países vecinos.
Parte de su estrategia incluye redirigir fondos del encaje bancario, actualmente almacenados en bancos suizos, hacia proyectos de reactivación económica local.
Además, planea transformar a Chimborazo en un referente académico mediante la creación de una «ciudad universitaria». Este modelo integrará universidades, institutos y empresas para garantizar empleos a los recién graduados.
Seguridad
Reconociendo el fracaso de las políticas de seguridad basadas únicamente en la fuerza, Silva aboga por un enfoque integral.
Su propuesta incluye invertir en educación, centros recreativos y programas de formación laboral para jóvenes, con el objetivo de alejarlos de las bandas criminales.
Asimismo, busca mejorar la capacidad de las fuerzas de seguridad, pero considera que el problema de violencia se debe abordar desde sus raíces sociales y económicas.
Manejo de la crisis económica en Ecuador
Propone rehabilitar las hidroeléctricas del país, asegurando su mantenimiento regular para prevenir apagones como los recientes.
Considera que la crisis actual es producto de una falta de planificación a largo plazo y propone gestionar los recursos energéticos con mayor eficiencia, priorizando las necesidades de los sectores productivos.
Silva plantea alejarse de un modelo basado en la extracción de recursos naturales, como el petróleo y la minería, para enfocarse en sectores sostenibles como el turismo, la agroindustria y la producción local de lácteos y textiles.
Su propuesta incluye reducir la dependencia de las materias primas y promover un desarrollo diversificado que beneficie tanto a las grandes como a las pequeñas empresas.
Mejora en la atención de salud pública de Ecuador
Reconociendo las carencias en infraestructura y equipamiento médico en las provincias, Silva propone fortalecer la red pública de salud.
Su plan incluye garantizar que todos los hospitales tengan equipos básicos, como desfibriladores, para evitar casos de mortalidad prevenible, especialmente en zonas rurales y alejadas.