En los últimos años, Ecuador ha registrado más muertes que nacimientos según las cifras del INEC. Y las proyecciones aumentan en mortalidad.
El Ecuador enfrenta un cambio demográfico marcado por dos tendencias opuestas, la reducción en el número de nacimientos y el incremento de defunciones.
En la actualidad, existen 17’985.142 ecuatorianos, de los cuales 8’942.368 son hombres y el 9’060.775 son mujeres. Lo que llama la atención es que, según los registros de INEC, mueren más hombres que mujeres en Ecuador.
Es así que, solo en lo que va del 2024, ya se han registrado 96.747 defunciones. Lo que en promedio equivale a una tasa bruta de mortalidad de 5,4.
El INEC afirma que, de los fallecimientos, 54.838 fueron hombres y el 41.909 eran mujeres. Por lo tanto, les confiere una esperanza de vida de 74 años y 80,9 años, respectivamente para este año.
A esto se suma que, Gobierno de Noboa reportó 3.508 muertes violentas solo hasta finales de julio del 2024. Y que, en varios casos se reportó la masacre de varios hombres en un mismo hecho violento.
Por ejemplo, el 21 de enero en un barrio de Guayaquil, un partido de voleibol callejero fue interrumpido por 2 gatilleros con fusiles AK47, quienes dispararon indiscriminadamente, matando a 10 hombres y dejando a otros 9 heridos.
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Por otro lado, también se refleja la disminución de la tasa de fecundidad, que pasó de 6,8 hijos por mujer en 1950 a 1,86 en 2022.
Según el director del INEC, Roberto Castillo, esta reducción responde a cambios sociales y culturales, con mujeres que postergan o renuncian a la maternidad por priorizar otras metas en sus vidas.
Mientras que, de acuerdo con las últimas proyecciones del INEC, presentadas en febrero de 2024, el país registrará en 2050 un total de 230.036 nacimientos, lo que representa una caída significativa en comparación con los 322.826 nacimientos del año 2000.
Esperanza de vida en Ecuador para el 2050
El INEC también proyecta que la esperanza de vida seguirá en aumento. Para 2050, las mujeres vivirán en promedio 85,5 años y los hombres 79,6, lo que refleja un considerable incremento desde los años 50.
Sin embargo, factores como los accidentes de tránsito, consumo de drogas y sicariato siguen influyendo en la menor esperanza de vida de los hombres.
El país deberá adaptarse a estos cambios, que también impactarán en otros sectores como la educación y el empleo, con una población en edad escolar reducida y menos jóvenes en el mercado laboral.
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