El Ecuador tiene un nuevo feriado del 1 al 4 de noviembre en un contexto de cortes de luz, ¿pero, estamos preparados económicamente?
Ecuador se prepara para un feriado de 4 días por el Día de los Difuntos, que se celebrará del 1 al 4 de noviembre.
Sin embargo, la capacidad del país para disfrutar de este tiempo libre se ve comprometida por una serie de factores económicos. Entre los cuales destacan los recientes cortes de luz.
Estos apagones, que han sido implementados como parte de una estrategia para mitigar la crisis energética, han generado preocupación sobre su impacto en la economía y en el turismo, un sector vital para la reactivación económica.
Según un análisis de La Cámara de Comercio de Guayaquil, solo estos cortes podrían costarle al país hasta USD 12 millones por cada hora de suspensión de energía durante el día.
Por lo que, este panorama plantea serias dudas sobre la capacidad del sector turístico para atraer visitantes durante el feriado.
A pesar de la reciente reducción del IVA del 15% al 8% para actividades turísticas, que busca incentivar el gasto interno y atraer turistas.
La incertidumbre económica provocada por los cortes eléctricos podría limitar la disposición de las familias a viajar o gastar en actividades recreativas.
En años anteriores, el feriado del Día de los Difuntos generó importantes ingresos; en 2016, Ministerio de Turismo reportó gastos cercanos a USD 78 millones durante el feriado de ese año.
Crisis energética y el impacto de los feriados en Riobamba
En medio de la crisis energética que azota a Ecuador, los habitantes de Riobamba expresan su incertidumbre ante el próximo feriado de cuatro días. Ceci Betún, residente local, comparte su inquietud.
Betún, también menciona cómo la crisis ha alterado su vida cotidiana, obligándola a cambiar de una cocina de inducción a una de gas.
Asimismo, Raquel Sandoval, afirmó que la crisis energética afectó su ritmo de estudio, y que debido a eso no podrá salir de feriado ya que debe culminar su tesis.
Rosa Yagnarelli, otra residente, señala que los negocios locales se ven duramente afectados.
Ambas mujeres coinciden en que el feriado puede ser un riesgo más que una oportunidad, con carreteras en mal estado y poca seguridad.
Sin embargo, Betún sugiere que los gobiernos locales podrían apoyar promoviendo eventos culturales dentro de las ciudades:
Así, estos testimonios reflejan una realidad preocupante, donde la incertidumbre y la falta de soluciones gubernamentales agravan la situación de las familias y los pequeños empresarios.
El feriado, que alguna vez fue una oportunidad para revitalizar la economía, ahora parece una carga más en medio de una crisis sin precedentes.