Una supuesta víctima de un docente de Pallatanga acusado de presunto abuso sexual confesó lo que le habría hecho desde 2013.

Al publicar el reporte de Fiscalía donde un ‘exdocente de Pallatanga fue llamado a juicio por presunto abuso sexual‘, el buzón de una de las plataformas se Diario La Prensa se llenó de mensajes. Pero hubo uno en particular que llamó nuestra atención y nos contó lo siguiente.
Carlos tiene más de 20 años, pero aún carga con el peso de un pasado que nunca quiso recordar.
Su voz, aunque firme, también está llena de pausas y suspiros cuando revive aquellos días en los que, siendo estudiante de un colegio de Pallatanga en 2013, conoció a un docente de inglés que cambiaría su vida de la peor manera.
Yo lo conocí por un amigo, él me dijo que el licenciado ayudaba con las notas y que vayamos a ayudarle a pasar notas.
Carlos, presunta víctima.
Lo que empezó como una simple colaboración académica se habría convertido en una situación que lo atormentó por años.
Cuando él estaba ya excedido de tragos, comenzaba como que, a topar las piernas, como que a topar las partes íntimas
No habría sido un hecho aislado, sino una presunta práctica recurrente.
¿Cómo el docente de inglés de Pallatanga atraía a sus presuntas víctimas?
Carlos detalló cómo el presunto docente creaba un ambiente de confianza con los estudiantes, invitándolos a su casa bajo la promesa de mejorar sus notas.
Las reuniones, según Carlos solían incluir alcohol y momentos de vulnerabilidad en los que aprovechaba para cometer los abusos.
Una tarde mientras pasaba notas, él empezó a masturbarse y luego lo hizo conmigo. Eso escaló hasta que me hizo un oral, desde ahí no pasó mayores cosas. No volví más.
Carlos, presunta víctima.
Trató de minimizar lo vivido. Pero cada palabra deja al descubierto del presunto abuso de poder y la manipulación psicológica ejercida por el docente.
Lo más preocupante es que este caso no sería aislado. Según Carlos, el docente tiene una larga lista de víctimas, muchas de ellas menores de edad.
De los que yo conozco, siquiera cuento unos veinticinco”, dice con un tono de impotencia. “En ese entonces la mayoría eran menores de edad.
Carlos, presunta víctima.
Carlos está convencido de que la clave para probar lo que dice está en los dispositivos electrónicos del docente.
Pues cuando intentaba pasar las notas de la agenda del docente a la laptop abrió una carpeta de archivos donde encontró algo que lo dejó helado.
Investiguen lo que es la computadora y teléfonos de él, porque él tiene full, full, full, full imágenes ahí de muchachos de años atrás. De años anteriores, de los del día, de la noche, full. Tiene ahí desnudos, tiene masturbándose, tiene… Es como pornografía infantil esa laptop de él.
Carlos, presunta víctima.
El temor de hablar y de enfrentar la estigmatización lo hizo callar por años. “Yo sufrí bastante de lo que ahora llaman el bullying”, contó. El dolor lo llevó al borde de la desesperación.
Yo intenté suicidarme… mi mamá y un amigo mío son los únicos que saben eso, pero ellos no saben por qué era el motivo real.
Carlos, presunta víctima.
Carlos quiere que su testimonio sirva para que otros rompan el silencio. No solo por él, sino por los que nunca pudieron hablar.
Que hagan justicia y que investiguen en lo que son aparatos electrónicos de él, porque él tiene todo ahí.
El caso ya está en manos de la Fiscalía. Mientras tanto, en Pallatanga, el eco del miedo y el abuso sigue resonando entre quienes alguna vez fueron estudiantes de aquel docente.