La dirigente indígena feminista, Sandra Chamba, fue víctima de femicidio en el día de la Mujer, por su expareja quien luego se suicidó.
El 8 de marzo de 2025, mientras miles de mujeres marchaban por todo Ecuador en defensa de sus derechos y contra la violencia de género. La dirigente Sandra Chamba, activista comprometida con la equidad y justicia, fue asesinada en su vivienda.
A los 37 años, madre de dos hijas, Sandra se convirtió en una víctima más de la violencia machista, dejando a sus pequeñas huérfanas y a una comunidad profundamente conmocionada por el crimen.
El asesinato de Sandra fue perpetrado por su expareja, quien luego se suicidó.
Este crimen no solo arrebató la vida de una mujer valiosa, sino que también expuso la cruda realidad de la violencia de género que persiste en el país, incluso en un día emblemático como el Día Internacional de la Mujer.
¿Quién era Sandra Chamba, la dirigente víctima de femicidio?
Sandra Chamba no era una víctima silenciosa; ella luchaba incansablemente por los derechos de las mujeres.
Fue una de las fundadoras de los colectivos “Mujeres Contando” y “Yo Apoyo”, que apoyaban a mujeres en situación de vulnerabilidad, como aquellas afectadas por el cáncer.
También trabajaba en proyectos para mejorar la calidad de vida de las mujeres en la Amazonía, mientras desempeñaba su rol como madre y jefa de hogar.
Sandra, estudiante de Comunicación Social en la Universidad Salesiana, había sido parte de la primera generación de militantes feministas en su comunidad. Destacándose por su capacidad de liderazgo y conocimiento en la lucha contra la violencia de género.
En palabras de Alexis Ponce, uno de sus amigos cercanos, Sandra era «una joven hermosa, comprometida con la causa, que no solo luchaba por su propia vida, sino por la vida de muchas mujeres«.
Daniel Noboa reglamenta las reparaciones y acompañamiento de las víctimas de femicidio
Este femicidio, ocurrido el mismo día en que el presidente Daniel Noboa firmabó el Decreto 558, que reglamenta la Ley de Acompañamiento y Reparación Integral para las víctimas de femicidio.
El cual, resalta la necesidad urgente de seguir avanzando en medidas que garanticen la seguridad de las mujeres y que apoyen a las familias afectadas por estos crímenes.
A través de esta ley, se crea también el fondo “En Memoria de Ellas”, que ofrece atención integral, acompañamiento psicosocial, acceso a educación y vivienda a las familias de las víctimas.
Sin embargo, como lo demuestra este trágico caso, las estadísticas siguen siendo alarmantes.
Según el informe más reciente de la Asociación Latinoamericana para el Desarrollo Alternativo (Aldea), en enero de 2025 se registraron más de 40 femicidios en Ecuador.
En 2024, el país documentó 274 casos, una cifra que continúa reflejando la magnitud de la crisis de violencia de género en el país.
El femicidio de Sandra Chamba es un recordatorio sombrío de que la lucha por la equidad y la erradicación de la violencia de género no termina.
En el Día Internacional de la Mujer, Sandra se convierte en una víctima más de la violencia que tantas mujeres enfrentan, pero también en un símbolo de la fuerza y el compromiso de quienes siguen alzando la voz en contra de este flagelo.
Mi más sentido abrazo a sus hijas, a su familia y a todos los que continúan luchando por un mundo sin violencia.
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