La vicerrectora académica de la Universidad Nacional de Chimborazo dio a conocer cómo se trabaja para el retorno a las clases; sin embargo, informó que, para esto, no solo basta la vacunación de la comunidad universitaria. Dificultades para volver a clases presenciales.
¿Cómo se están preparando para el retorno a clases?
Nosotros nos hemos ido preparando en base a un diagnóstico de la situación de nuestros estudiantes, principalmente. Como institución nos hemos preocupado porque todo nuestro personal académico, administrativo, de servicios y estudiantes tengan la vacuna en su segunda dosis. Tenemos levantada información que siempre se está tabulando, pero, hasta el último conteo, alrededor de 1.000 estudiantes de toda nuestra población de 12.000, que todavía no tienen las dos dosis.
¿Qué otro tipo de información están recabando?
Recabamos la información de cuál es la situación, sobre todo de los estudiantes que están fuera de Riobamba y Chimborazo, que son la mayoría (51 por ciento). De este total global, aproximadamente el 80% no está dispuesto a retornar inmediatamente a lo presencial.
¿Están haciendo encuestas para saber eso?
Sí. Las hacemos de manera permanente. Nosotros tenemos nuestros sistemas informáticos, los que están anclados a la base de datos institucional, entonces la información es certera.
¿Por qué ellos no quieren volver aún?
Porque indican que tienen dificultades; por ejemplo, económicas, de movilidad, que no tienen quien financie su traslado y su permanencia en la ciudad. Que en el lugar en que residen en Riobamba no cuentan con internet, porque el hecho de nosotros retomar actividades presenciales significa que no podemos dejar de hacer las actividades también en línea. Todavía no podemos mantener los aforos al 100 por ciento. Todos esos diagnósticos nos han permitido concluir de que vamos a mantener en la modalidad en línea en la mayoría de carreras.
¿En cuáles se volvería a la presencialidad?
Hay una realidad en las carreras de la Facultad de Salud. Se ha hecho estudios también con los alumnos. Ellos, en su mayoría, por no decir en su totalidad, están dispuestos a retomar la presencialidad, sobre todo en lo que son las prácticas formativas, aquellas asignaturas en las que no se puede obtener los resultados de aprendizaje únicamente con las clases en línea; entonces, ya arrancamos desde el 8 de noviembre, que es nuestro segundo periodo académico del año 2021, con clases presenciales en algunas carreras del Área de Salud y en algunas asignaturas, no en su totalidad.
¿Cómo está la planificación para el retorno en estas carreras y asignaturas?
Existe un plan que ya ha sido aprobado por la Comisión General Académica y que también será analizado por el Consejo Universitario y por el Comité de Operaciones Emergentes (COE) para que se obtengan los permisos y se pueda ingresar a la presencialidad no al cien por ciento, manteniendo los aforos y todas las medidas de bioseguridad que existen plenamente establecidas en nuestra institución.
¿Qué otras variables entonces se están tomando en cuenta?
Para poder decidir son muchas variables. No es únicamente el hecho de estar vacunados. Por ejemplo, nosotros vivimos realidades a diario con nuestros docentes que nos transmiten la situación de nuestros estudiantes. Ellos dicen, por ejemplo, que por la crisis económica hay alumnos que ya no se pueden conectar a clases, pero que sí darán las pruebas, entregarán las tareas y estarán pendientes.
Ha habido flexibilidad por parte de nuestros docentes, en la medida de lo posible. La mayoría de nuestros estudiantes ahora está trabajando, porque la gran mayoría es de una clase social media baja. Aunque no solo ellos han sido afectados por la pandemia, sino todos. No decimos que hemos sido de clases sociales altas, pero tal vez sí tenemos una estabilidad laboral que nos ha permitido tener un poco más de seguridad. Hay afectación en las clases, hay estudiantes que están trabajando porque sus padres han perdido sus fuentes de empleo y por eso les ha tocado activarse. Por eso, nosotros no podemos de un momento a otro cambiar su nueva realidad, su nueva normalidad.
Para finalizar, ¿cuál es el reto para que sigan estudiando ante su actual realidad?
Es adaptar las modalidades de estudio de las carreras. No vamos a poder continuar como era antes. Va a ser difícil. Lo que nos preocupa sobre manera es que exista deserción. Nos preocupa de que si en algún momento decidimos regresar al cien por ciento de la presencialidad haya muchos estudiantes que abandonen las carreras, porque ya tienen otra forma de vida y, a lo mejor, habrá muchos que tengan que seguir estudiando como lo hacen ahora.