Hoy, 10 de octubre, se conmemora el Día Mundial de la Salud Mental. Este ámbito, en la actualidad, ha tomado relevancia al estar enfrentando el mundo una pandemia que ha obligado a muchísimas personas a confinarse, provocando temores, soledad, entre otros más.
Realidad. Luis Lozada, psicólogo de la Coordinación Zonal Tres de Salud, dio a conocer que la pandemia ha afectado emocionalmente a un número importante de adultos mayores. “Cualquier alteración tanto en la parte emocional como en la parte cognitiva (funciones de atención y concentración) son una señal de alarma. Debemos solicitar de inmediato la ayuda de algún profesional de la salud mental”, comentó el funcionario de Salud.
Explicación. Los familiares de las personas mayores deben estar alertas ante cualquier cambio, porque todo esto puede desencadenar en ansiedad, depresión o problemas en la salud mental. Se sabe que el Covid-19, al ser una enfermedad que puede ser letal en los viejitos, ha provocado que muchos de ellos prácticamente se encierren en sus casas y ni siquiera desean abrir la ventana por el miedo al contagio. Éste es un momento para evidenciar las emociones en los adultos mayores, que si bien pueden tener estas actitudes como estrategias de autocuidado, también están viviendo mucho nerviosismo, inquietud, ganas de llorar y emociones a mil.
Conductas. Es aquí cuando la familia juega un papel muy importante. “Se debe escuchar a los adultos mayores, ellos tienen que expresar lo que están sintiendo para desahogar sus emociones, porque funcionan así. Comienzan de una manera tenue, luego llegan a un pico y después bajan la intensidad. El escucharlos puede prevenir que en el futuro se presenten enfermedades más graves”, indicó Lozada..
Datos: Salud Mental
Situación. Han pasado 7 meses desde que inició la pandemia. No se está viviendo una situación normal, por ello hay que apoyarse en profesionales de la salud.
Casos. Puede que los niños y adultos mayores sean los más afectados al estar prácticamente confinados por el miedo al contagio. La familia debe ser su apoyo principal para sobrellevar esta situación.
Realidades. Cuando la familia ve cambios en la conducta de los niños así como de los adultos mayores, deben tener además de paciencia, todo el tiempo para escuchar lo que ellos están sintiendo al momento.
Lozada: “Estos malos comportamientos no son porque están malcriados, sino que, en el caso de los niños, están aprendiendo a gestionar sus emociones, por eso los padres deben escucharles”, dijo.
Para saber. “Se debe permitir el desahogo de las personas de la tercera edad y de los niños. Escucharles para que sus emociones bajen. No se debe gritar y entender lo que está pasando”, dijo el psicólogo.
Niños privados de estímulos
En el caso de los niños y niñas la situación es diferente. “Ellos se han visto limitados. Su mundo se ha achicado bastante, porque ya no están en clases con sus compañeros, ya no ven a sus amigos, no pueden salir al parque, ni a la profesora a la que aprecian. El jugar, el respirar, tocar la tierra, oler las flores ha quedado de lado. Ellos están privados de muchos estímulos y no pueden disfrutar libremente. Esto va a provocar reacciones emocionales y conductuales que se han manifestado en berrinches, malos comportamientos, no hacer caso, conflictos y demás”, comentó Lozada, quien pidió a los padres que permitan que los niños expresen sus frustraciones, porque no es normal lo que están viviendo.