El objetivo del Gobierno de reducir la Desnutrición Crónica Infantil (DCI) en seis puntos porcentuales hasta 2025 no es conocida por las personas que tienen una leve idea de lo que es la desnutrición.
Tampoco conocen a ciencia cierta las graves consecuencias que implica para lo niños y las niñas que lo padecen en nuestro país.
Las cifras más actuales de la Desnutrición Crónica Infantil son del año 2018 y ubican a Ecuador en el segundo lugar en la región con esta problemática, después de Guatemala.
La prevalencia de la desnutrición para menores de dos años es del 27,2%.
Cabe señalar que Chimborazo es una de las provincias con los índices más altos de desnutrición crónica infantil en cantones como Guamote o Guano.
Provincias como Tungurahua y Santa Elena también tienen esta problemática en sus niños.
Para contrarrestar esta realidad, en el Gobierno de Lenín Moreno crearon la estrategia ‘Ecuador Crece Sin Desnutrición Crónica Infantil’.
En los años posteriores se creó la secretaría técnica bajo el nombre antes referido, cuyo titular, Erwin Ronquillo, ha recorrido el país.
Una de las estrategias que ha realizado es la caravana ‘Infancia con Futuro’, que acerca los servicios que tiene el programa a la ciudadanía.
La desnutrición infantil es multifactorial, no se la puede atribuir a una sola causa para que afecte a los infantes.
No obstante, el desconocimiento en áreas como la sexualidad o en alimentación, la falta de recursos, incluso la carencia de acceso de agua segura y saneamiento son unas de las causas para su aparición.
El 21 de julio de 2022 fue el lanzamiento del programa ‘Infancia con Futuro’, en la que tres universidades se encargarían de monitorear a madres gestantes y niños en riesgo de padecer desnutrición crónica infantil.