Aproximadamente 89 mil ecuatorianos han sido deportados o expulsados de Estados Unidos, pero también están quienes se fueron en búsqueda del “sueño americano” y desaparecieron sin dejar rastro alguno. Y precisamente ese es el caso de José Luis Palate, de 42 años de edad, casado y padre de dos hijos. El 29 de septiembre de este año se cumplirán cuatro meses sin conocerse su paradero… Desaparecen sin dejar huella alguna.
Historia. Según se dio a conocer por parte de la organización “1800 Migrante”, José Luis era un maestro albañil al que si bien siempre tenía trabajo, el dinero que ganaba no le alcanzaba para mantener a su familia. Con 130 dólares semanales era imposible brindarle a su esposa y a sus hijos todo lo que ellos necesitaban. “Con eso solo vivíamos al día, no alcanzaba para más. Mi papá quería tener una casita y mejorar nuestra situación, pero con lo poco que ganaba no lo iba a lograr, y por eso decidió irse a los Estados Unidos”, cuenta preocupada su hija Abigail Palate, de 19 años de edad.
Caso. Como en la mayoría de casos, un familiar de José Luis que vive en los Estados Unidos le dijo que le prestaría dinero además que lo recibiría en Nueva Jersey (Estados Unidos), para que se ponga a trabajar y pueda conseguir sus sueños. Él decidió arriesgarlo todo y se fue ilegalmente al “país del norte”. Lamentablemente, José Luis se suma a la lista de 22 compatriotas que han desaparecido en la frontera entre Ciudad Juárez y El Paso Texas en estos últimos años, según las estadísticas que maneja la organización “1800 Migrante”.
Situación. Palate salió desde Quito el 23 de mayo. Tomó un vuelo que lo llevó hacia la Ciudad de México y el “coyotero” le compró un pasaje para que se traslade hasta Ciudad Juárez. Fue ahí cuando José Luis llamó a su familia para decirles que había llegado bien y que el 27 de mayo viajaría al desierto para cruzarlo. Según reporta su familia, hasta el 28 todavía tenía señal. “Dijo que estaba bien, pero con mucho calor. Nos envió fotos de cómo era el camino. El 29 de mayo a las 08:00 h se comunicó por última vez y me dijo: ‘mija, ya pasé al otro lado, pero sigo en peligro. Cuando pase el peligro yo te llamo’, y desde ese día no sabemos nada de mi papá, hasta ahora”, indicó Abigail.
Realidad. Ciudad Juárez es una de las ciudades más peligrosas del mundo. Existen a diario casos de extorsión, secuestro, y desapariciones de migrantes ecuatorianos. En lo que va de 2021 ya se reportan 6 casos de desapariciones y fallecimientos. Lamentablemente, nadie se salva: son niños, mujeres y hombres los que pueden caer en las garras de las mafias.
Migración. “Ciudad Juárez es una de las ciudades más peligrosas del mundo. Es tierra de nadie. El gobierno mexicano desde hace años perdió el control de esta ciudad y es un hervidero de ‘coyoteros’, narcotraficantes, secuestradores y criminales de toda clase, y por allí se arriesgan los migrantes ecuatorianos. Es un verdadero infierno en vida que muchos están dispuestos a cruzarlo, pero muchos no lo logran”, señaló William Murillo, director ejecutivo de la organización “1800 Migrante”.
Características. José Luis Palate mide 1.80 centímetros, sus ojos son cafés, cabello negro y tiene varios tatuajes. Según lo que se dio a conocer de manera oficial, los familiares de José Luis han solicitado ya la ayuda de las autoridades mexicanas, ecuatorianas y norteamericanas para dar con su paradero. Tanto la esposa de Palate como sus hijos no pierden la esperanza de volverlo a ver con vida.
Promoción. A pesar de estos casos que se reportan casi a diario y no solo con migrantes ecuatorianos, sino de Venezuela, Colombia, Perú y otras naciones del mundo, los “coyoteros” se promocionan impunemente por las redes sociales. En Facebook, por ejemplo, existen anuncios de “viajes garantizados”, en los que el migrante “no debe caminar mucho”. Al escribirles vía Messenger no se demoran casi nada en responder y solicitan a la persona interesada que se comuniquen a un número de teléfono vía WhatsApp; sin embargo, esto no solo se puede observar en Facebook, sino que también utilizan las redes sociales de moda, como Tik Tok, en donde publican sus vídeos ofreciendo cumplir el sueño de llegar a los Estados Unidos a quienes desean migrar.
Peligros. En ninguna de estas publicidades se da a conocer sobre las muertes, desapariciones y extorsiones. Tampoco se habla que las niñas y mujeres pueden ser víctimas de violaciones, ni que los migrantes pueden ser reclutados por narcotraficantes. De estas realidades no hablan los “coyoteros”, quienes también, en el camino, han abandonado a sus “clientes”, de cualquier edad, entre los que se encuentran niños y niñas, cuando las cosas se ponen “feas”. ¿Vale arriesgar tanto por “mejorar”?