Los cambios y la implementación de las nuevas propuestas educativas tienen que hacerse en el territorio con todos los actores, deberían hacerles intervenir a los actores, dijo Stalin Flores.
¿Cuál es su criterio sobre las tres opciones de educación para el próximo año lectivo 2020-2021?
Hay cosas que funcionan muy bien en el papel, pero no se dan en la práctica; tenemos unidades, escuelas, centros educativos que no prestan para poder retomar en la normalidad.
Nosotros estamos haciendo un análisis en otros países, por ejemplo Dinamarca, el saber cómo están retomando la normalidad, pero la presencialidad tiene una calidad muy alta.
Quiero y valoro mucho a nuestro país, pero tal vez las condiciones en la que estamos no nos permiten ser partícipes de los cambios.
¿Qué podemos rescatar del aprendizaje del año lectivo anterior?
En los últimos seis meses se ha hecho mucho, porque se ha introducido en la información digital; el potenciar lo tecnológico en esta etapa de la educación, y es bueno, pero el maestro tiene que seguir potenciando, de tal manera que podamos llegar a un nivel educativo de formación digital, aceptable.
¿Será que se puede arriesgar a una educación presencial, en este momento de la pandemia?
Discrepo mucho, porque una persona puede arriesgar a contagiarse, tomando en cuenta que los protocolos en salud, sobre todo porque los sistemas de salud han colapsado porque no existen suficientes garantías para esto.
Al niño se puede educar para que use la mascarilla, pero después de tanto tiempo en confinamiento va a querer jugar y salir, además nos damos cuenta que la infraestructura del espacio físico o de recreación no está garantizada.
En un espacio educativo es bien difícil que podamos controlar que un niño mantenga la distancia en un plantel educativo o que cumplan con el lavado de manos, para controlar hace falta más personal y todos sabemos que el Estado dispuso recortes.
¿Qué precisan los padres de familia?
He visto padres de familia que reclaman que mediante la virtualidad sus hijos no están aprendiendo, pero hoy estamos enfrentando un paradigma educativo que es difícil educar por medio de un computador.
Hace 30 años era difícil entender de que se puede educar a través de la radio que lo implementó Mons. Leonidas Proaño, pero ahora estamos a través de un modelo digital y así tenemos que seguir evolucionando.
Existe una frase que dice: “Nosotros utilicemos a la tecnología y que no la tecnología nos utilice a nosotros”, es el momento de potencia al máximo nuestras capacidades para utilizar la tecnología y no que ella nos use.
¿Es recomendable seguir con el sistema virtual en lo educativo?
Hay que seguir con este sistema mientras se regule el sistema de salud, posiblemente hasta el próximo año ya podamos tener una vacuna, contar con elementos que puedan precautelar la salud de nuestros queridos estudiantes y maestros.
¿Cuál de las tres propuestas educativas es la más recomendable?
No creo que existe una receta mágica, sino que se debe analizar cada sector; lo que sucede es que a veces la política pública se dicta a través de un escritorio en Quito, pero se tiene que hacer política pública para cada sector; creo que es importante tomar en cuenta la opinión del padre de familia, del docente e incluso otros actores del territorio, como las universidades y las escuelas politécnicas, y entre todos se debe discutir el nuevo modelo de normalidad.
Habrá la posibilidad en ciertos sectores urbanos y también en los rurales, pero manteniendo los usos y las costumbres de los pueblos ancestrales, ellos han subsistido durante mucho tiempo y también saben cómo cuidarse, con las respectivas recomendaciones que está haciendo los expertos, esto tampoco podemos dejar a un lado.
¿Significa que los cambios y planes se deben implementar por territorio?
Se debe hacer un análisis por territorio, en esto debemos estar involucrados todos los actores debemos estar involucrados en la discusión de la implementación de los nuevos modelos de educación.
A veces no se necesita tener un elevado nivel académico para entender las cosas, sino sentido común y muchas veces de esto es lo que estamos careciendo; por lo tanto, se debe hacer un análisis por territorio, la política pública en educación no puede ser dictada solamente desde un escritorio o desde la capital de la República, el cambio de la educación y el cambio cultura debe hacerse en territorio.