Descubre cómo un taxista se transforma en Policía Nacional, un poderoso ejemplo de perseverancia que motiva a los jóvenes a luchar por sus metas.
A la edad de 18 años, mientras la mayoría de los jóvenes se enfrentaban al final de la adolescencia y los primeros desafíos de la vida adulta, Bryan G se subía a un taxi.
No como pasajero, sino como conductor. Lo que comenzó como un trabajo temporal para ayudar a su familia, terminó marcando el inicio de una travesía personal inesperada.
Hoy, a los 25 años, Bryan no solo ha dejado de conducir taxis, sino que ha asumido un rol aún más crucial para la sociedad, desde hace tres años, es miembro de la Policía Nacional de Riobamba. Su historia es una muestra de cómo el esfuerzo, el sacrificio y el deseo de servir a su patria.
La historia de Bryan y de cómo logro ser parte de la Policía Nacional
Bryan creció en el barrio Santa Rosa, uno de los sectores más humildes de Riobamba. Su familia, de origen trabajador, siempre enfrentó las dificultades con valentía.
A la edad de 18 años, justo después de terminar la secundaria, decidió comenzar a trabajar como taxista.
Las circunstancias lo empujaron a tomar esta decisión, ya que su padre, también taxista, sufrió un accidente que lo dejó incapacitado para seguir trabajando. Bryan, siendo el hijo mayor, se hizo cargo del taxi familiar y asumió la responsabilidad de mantener a su familia.
A los 22 años, después de cuatro años como taxista, Luis tomó una decisión que cambiaría su vida. Decidió postularse para ingresar a la Policía Nacional.
Bryan ingresó oficialmente a la Policía Nacional a los 22 años y ha ejercido como policía por tres años. Hoy, a sus 25, reflexiona sobre cómo su experiencia como taxista lo preparó para su nuevo rol.
Uno de los momentos más significativos de su carrera como policía sucedió en 2022, cuando fue parte de un operativo en el que se detuvo a una banda de delincuentes que operaba en los alrededores del Mercado Mayorista.
Bryan también se ha destacado en programas comunitarios, donde colabora con la Policía para realizar charlas de prevención de la violencia y el consumo de drogas en las escuelas locales.
La historia de Bryan G es un recordatorio de que cada trabajo, cada experiencia, nos prepara para algo más grande. Desde las calles de Riobamba como taxista, hasta las filas de la Policía Nacional.
Su viaje es un reflejo de la resiliencia y la vocación de servicio que muchos jóvenes de Riobamba y del país llevan en su corazón.