Erradicar el embarazo adolescente es un tema urgente para la ciudad, provincia y país, siendo necesaria la unión entre el Gobierno y la sociedad para enfrentar esta situación. Cuando una adolescente queda embarazada o tiene un hijo, su salud, educación, potencial de obtener ingresos y todo su futuro pueden estar en peligro, y puede quedar atrapada en una vida sumida en la pobreza, exclusión e impotencia.
¿Cuál es la situación del embarazo adolescente en el Ecuador?
Cuántas adolescentes dan a luz al año en Ecuador, en 2023, en nuestro país se registró 53.847 niñas y adolescentes embarazadas. De ese total, 3.386 fueron de niñas de 10 a 14 años, mientras que los 50.461 restantes en adolescentes de 15 a 19 años. Esta problemática se concentra en siete provincias: Morona Santiago, Pastaza, Zamora Chinchipe, Los Ríos, Manabí, Esmeraldas y Guayas. No está Chimborazo.
¿Cuántos niños de madres adolescentes nacen en Ecuador?
Las tasas de embarazo infantil y adolescente han pasado de 2,4 y 83 en 2008 a 2,2 y 49,4 en 2021, respectivamente, siendo el período de mayor reducción el comprendido entre 2017 y 2020. En 2022, según información del registro de nacidos vivos y defunciones fetales del INEC, entre 2008 y 2021 el promedio de nacidos vivos de madres menores de 15 años es de 2.071, y el promedio de nacidos vivos de madres adolescentes de entre 15 y 19 años es de 54.241; es decir, si bien la tasa ha bajado, se mantiene un número absoluto muy preocupante en el período analizado.
Entonces, ¿qué pasa en nuestra región?
En América Latina y el Caribe se registra la segunda tasa más alta de embarazos adolescentes del mundo. Además, se estima que casi el 18% de los nacimientos en la región corresponden a madres menores de 20 años de edad. Cada año, alrededor de un millón y medio de adolescentes de entre 15 y 19 años dan a luz. Esas cifras, de por sí alarmantes, se tornan más críticas al observar que muchos de estos embarazos son consecuencia de la falta de información, el limitado acceso a métodos anticonceptivos y la violencia sexual y de género.
¿El embarazo adolescente constituye un problema social real?
Según la agencia de las Naciones Unidas de la Salud Sexual y Reproductiva (UNFPA), el embarazo en niñas y adolescentes constituye un problema social y de salud pública, que evidencia la desigualdad, la injusticia social y una clara violación de los derechos humanos, con un impacto social, económico y cultural invalorable. Cuando una adolescente se convierte en madre, sus derechos sexuales y reproductivos, y sus derechos a la salud, educación, entre otros, se ven vulnerados a corto plazo. Sin embargo, las consecuencias se dan también a mediano y largo plazo.
¿El futuro de una madre adolescente queda truncado?
Su potencial de desarrollo, su posibilidad de obtener ingresos dignos y su futuro pueden estar en peligro. Es probable que queden atrapadas en un círculo vicioso de pobreza y exclusión, que las afectará principalmente a ellas, pero que también limitará las oportunidades de sus hijos y, de forma agregada, dada la magnitud del embarazo adolescente en la región, afectará la realidad de sus comunidades y países.
¿Las madres adolescentes tienen riesgo de sufrir violencia?
Las mujeres más jóvenes, con menor nivel de educación y con vivienda de mala calidad, presentan una mayor probabilidad de sufrir violencia en el ámbito de la pareja, esto a pesar de que hay un cambio generacional en marcha con respecto a los estereotipos: solo el 16,5 por ciento en mujeres de entre 18 y 29 años considera que “una buena esposa debe obedecer a su esposo en todo lo que él ordene”, mientras que el 32,9 por ciento aún lo hace.